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Carne como parte de una dieta correcta… ¿También para los adultos mayores?

por: - 31 de Diciembre 1969

Las personas mayores de 65 años pueden consumir carne para obtener los nutrientes que requiere y prevenir problemas mayores.

Por MVZ Adriana Ballesteros.  

Para conseguir una salud adecuada y con ello, calidad de vida, el mantener una buena alimentación y realizar actividad física resulta crucial, pues estos factores permiten un mejor desarrollo de las capacidades físicas, psíquicas y sociales en cualquier etapa de la vida.

La alimentación se entiende como el “conjunto de procesos biológicos, psicológicos y sociológicos relacionados con la ingestión de alimentos, mediante el cual el organismo obtiene los nutrimentos que necesita, así como las satisfacciones intelectuales, emocionales, estéticas y socioculturales que son indispensables para la vida humana plena”.

Al alimentarse de manera inadecuada, el organismo se deteriora y aparecen enfermedades como desnutrición, sobrepeso, obesidad, diabetes, presión alta, osteoporosis, infartos, embolias, algunos tipos de cáncer o incluso, trastornos neurológicos. (Blog: Los adultos mayores necesitan comer carne)

En las personas mayores (> 65 años) pueden presentarse deficiencias nutricionales (de calcio, ácido fólico, hierro y tiamina, etc.), ya sea por una mala alimentación, enfermedades, complicaciones y cambios propios del envejecimiento, por lo que se debe asegurar el consumo de todos los grupos de alimentos en las tres comidas principales del día.

Uno de los trastornos que más comúnmente padecen las personas mayores, es la anemia. Entre las causas de anemia en este grupo poblacional pueden mencionarse: 1) deficiencias nutricionales, representadas principalmente, por la carencia de hierro, pero también se incluyen deficiencias de ácido fólico y vitamina B12; 2) malabsorción de nutrientes (posquirúrgica, debida a celiaquía, enfermedad inflamatoria intestinal, etc.); 3) anemia inflamatoria, que incluye la enfermedad renal crónica, enfermedades inflamatorias o infecciosas y tumores; y 4) casos idiopáticos.

La anemia cuyo origen es una deficiencia nutricional, puede prevenirse si incluyen en su dieta alimentos ricos en hierro, ácido fólico y vitamina B12, algunos de ellos se mencionan en la Tabla 1.

Tabla 1. Alimentos ricos en hierro, ácido fólico y vitamina B12, elegibles para las personas mayores

| | | | | --- | --- | --- | | HIERRO | ÁCIDO FÓLICO | VITAMINA B12 | | *Carne de res (cortes magros) | Hígado (de res, cerdo, pollo, etc.) | *Carne de res (cortes magros) | | *Carne de cerdo (cortes magros) | Espinaca | *Carne de cerdo (cortes magros) | | Hígado (de res, cerdo, pollo, etc.) | Lentejas | *Carne de ave (pavo o pollo, sin piel) | | *Carne de ave (pavo o pollo, sin piel) | Frijol | Hígado (de res, cerdo, pollo, etc.) | | Acelgas | Haba | Almejas | | Lentejas | Chayote | Pescado | | Mariscos | *Carne de res (cortes magros) | Huevo | | Yema de huevo | *Carne de cerdo (cortes magros) | Leche | | Alubias | *Carne de ave (pavo o pollo, sin piel) | Productos lácteos |

*Si tiene problemas para masticar, puede ser molida, deshebrada o picada.

El hierro de los alimentos se presenta en dos formas: hemínico y no hemínico. El hierro hemínico es muy importante, porque es absorbido y aprovechado con mucha mayor eficiencia que el no hemínico y más aún, porque potencia la absorción de este último. Los vegetales y los alimentos fortificados con hierro, tienen el no hemínico; mientras que las carnes rojas, carne de ave y mariscos contienen ambos.

El ácido fólico está presente de forma natural en una amplia variedad de alimentos, incluidos carnes rojas, carne de ave, mariscos, vegetales (especialmente de hoja verde), nueces, frijoles, chícharos, huevos, productos lácteos y granos. El hígado y las espinacas se encuentran entre los alimentos con los niveles más altos de esta vitamina.

Las fuentes alimenticias naturales de vitamina B12 se limitan a los alimentos de origen animal; por lo que si estos no se incluyen en la dieta, deberá optarse por alimentos fortificados o suplementos. (Lea: La carne, alimento vital en todas las etapas del ser humano)

Sin duda, una dieta correcta, es decir: completa (con todos los nutrimentos); equilibrada (que los nutrimentos guarden las proporciones apropiadas entre sí); inocua (que su consumo habitual no implique riesgos para la salud); suficiente (que cubra las necesidades de todos los nutrimentos); variada (que incluya alimentos diferentes de cada grupo); y adecuada (acorde con los gustos y cultura de quien la consume y ajustada a sus recursos económicos, sin que ello signifique sacrificar sus otras características) es indispensable en todos los momentos de la vida, pero en especial después de los 65 años, pues favorecerá que la persona mayor mantenga su funcionalidad e independencia para un envejecimiento pleno y saludable.

Referencias

  • Esquivel, R., Martínez, S., Martínez, J. (2014). Nutrición y salud. 3ª edición. Editorial El Manual Moderno.
  • Norma Oficial Mexicana NOM-043-SSA2-2012, Servicios básicos de salud. Promoción y educación para la salud en materia alimentaria. Criterios para brindar orientación.
  • Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). (2010). Guía para el cuidado de la salud: Adultos mayores de 60 años y más.
  • Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). (2013). Características y consecuencias de la anemia en ancianos. Revista de la Facultad de Medicina.
  • Girelli, D., Marchi, G., Camaschella, C. (2018). Anemia in the elderly. European Hematology Association.
  • National Institutes of Healt. (2020). Iron.
  • National Institutes of Healt. (2020). Folate.
  • National Institutes of Healt. (2020). Vitamin B12.

Texto tomado del siguiente enlace