default

Cargando...

¿Qué come la vaca que da la leche que tomas?

05 de Junio 2017

No solo eres lo que comes. Eres también lo que comen los animales de los que te alimentas. La leche de vacas criadas al aire libre y con hierba y forraje frescos es más rica en ácidos grasos esenciales omega-3 que la de vacas criadas de forma convencional y alimentadas con maíz, soja o piensos industriales.   “Cuando el ganado vacuno se cría al aire libre con hierba y forraje frescos, los niveles de omega-3, minerales y antioxidantes de su leche y de su carne aumentan; en cambio, si lo crías con maíz y piensos, esos niveles disminuyen y aumentan los de ácidos grasos esenciales omega-6”, concluye Carlo Leifert, autor principal de otro comentado estudio publicado el año pasado en British Journal of Nutrition. (Lea: Todo lo que la leche de vaca puede darte)   Estos 6 puntos pueden animarte a aumentar el consumo de omega-3 y reducir el de omega-6:   1. Las grasas omega-6 -en aceites de girasol, maíz o soja- tienen efecto inflamatorio.   2. Las omega-3 -en pescados azules, mariscos y algas; frutos secos; semillas de chía o de lino; verduras de hoja verde como la rúcula o las espinacas- tienen efecto antiinflamatorio.   3. Para que el organismo funcione como es debido, necesitamos las dos, pero en las proporciones correctas: la inflamación nos protege de infecciones y es necesaria para la supervivencia, pero un exceso de inflamación es muy perjudicial para la salud.   4. El problema es que la dieta actual rebosa de omega-6 –¡están en la mayoría de los productos procesados, que consumimos cada vez más– y es muy pobre en omega-3. De hecho, si la proporción actual es de 10 a 1 favorable a los omega-6, la deseable es de 4 a 1 o menor.   5. El exceso de omega-6 en la dieta actual puede ayudar a entender la epidemia de enfermedades inflamatorias de la actualidad: osteoartritis, enfermedad cardiovascular, enfermedad inflamatoria intestinal, eccema, diabetes tipo 2, síndrome metabólico. (Lea: Estudio destacó las ventajas de la leche producida a pasto)   6. En cambio, se ha comprobado que el aumento de la proporción de omega-3 disminuye los niveles de triglicéridos, mejora la salud visual, evita la depresión (incluida la depresión postparto), potencia el rendimiento intelectual y la memoria y, en embarazadas, reduce el riesgo de parto prematuro y de problemas de desarrollo cerebral en el feto.   Solo una aclaración: el aceite de oliva virgen extra (AOVE) es un ácido graso monoinsaturado, otra familia de grasas que no interfiere con los omega-3 y que ha demostrado muchísimos beneficios para la salud.  

Encuentre el texto completo en este enlace