logoHeader

columna

Bill Gates no quiere “Filet Mignon”

por: Luis León- 31 de Diciembre 1969

Si Uds. creen que la mordacidad del título se debe a los niveles de ácido úrico del capo de Microsoft y a las prescripciones de su endocrino, están equivocados.

Si Uds. creen que la mordacidad del título se debe a los niveles de ácido úrico del capo de Microsoft y a las prescripciones de su endocrino, están equivocados.

Hace ya algo más de un mes que se reunió en la ciudad suiza de Davos el Foro Económico Mundial (World Economic Forum, WEF) con el lema de “El Gran Reinicio” (The Great Reset), y casi les podría asegurar que si la participación no hubiera sido telemática y sí presencial, ninguno de los “brunch” hubiera incluido un solo trozo de carne.

La sugestiva agenda de cinco jornadas y su manifiesto final, que ya casi todos los líderes mundiales empiezan a cacarear en sus discursos y mitines a los medios, se resume, básicamente, en la digitalización y la necesidad de un desarrollo sostenible e inclusivo.

Un desarrollo sostenible e inclusivo que en el metalenguaje de algunos participantes ya empiezan a llamar “capitalismo equitativo”, hasta el punto de que el CEO de Salforces nos ha llegado a anticipar que “el capitalismo, tal y como lo hemos conocido, ha muerto”.

Por ejemplo, para la “Agenda 2030” prevén el final de los viajes en avión para reemplazarlos por los viajes nocturnos en trenes-cama. La alta contaminación de los aviones será un lujo exclusivo para los ricos y las grandes clases medias se verán obligadas a viajar durante largas noches en trenes-cama (¿empiezan a entender lo de “capitalismo equitativo”?)

Otro de los pronósticos estrella de la Agenda 2030, que el matrimonio de Melinda y Bill Gates, entre otros, nos anuncian es no comer carne para una mejor sostenibilidad del planeta. (Dicho de otra forma, que para evitar las flatulencias de metano de nuestras cabañas de vacas, cerdos, ovejas y caballos, que, supuestamente, contaminan más que todo nuestro parque de vehículos particulares, lo más recomendable es no volver a pedir un Filet Mignon) – Suponemos que Microsoft nos proporcionará maravillosas impresoras 3D para prepararnos unos deliciosos filetes sintéticos.

En otras ponencias se ha llegado a insinuar que en ese Mundo feliz, al más estilo Huxley, ya no será necesario que un individuo tenga derecho a una propiedad porque la Agenda ya anuncia: “En 2030, no tendrás nada y serás feliz.”

Habrán empezado a adivinar que estos falsos Robin Hood del “Nuevo Orden Mundial” no se divierten con espurias fanfarronadas sino que responden a una calculada planificación de adoctrinamiento para el que ya nos adivinan preparados y debidamente debilitados con los miedos apocalípticos de las pandemias y los desastres climáticos que siempre son antropocéntricos y debidos a un capitalismo salvaje que destruye nuestro hábitat.

Y lo que resulta más preocupante es que todos estos “planificadores centrales” del nuevo orden son todo un ejército de filántropos “progres” de las High-Tech (léase Microsoft, Facebook, Twitter, Google, Amazon, Instagram, etc.), el partido demócrata estadounidense, el FMI, el Banco Mundial, la ONU o partidos socialdemócratas europeos (…y que nadie olvide al Sr. Soros.)

Un travestido capitalismo filantrópico que lo que esconde es una preocupante alineación de la nueva izquierda mundial con el “Gran Capital”. Un perverso proyecto de control y manipulación de la sociedad civil, aborregada y asustada, sin casi capacidad de reacción, narcotizada por las Redes sociales, un hedonismo calculado y una sociedad tensionada, polarizada y fragmentada (Obsérvese el enorme y gradual debilitamiento de las Naciones-Estado en pequeñas naciones y nacionalidades – El Estado plurinacional en España o Bolivia, el Estado Mapuche en Chile o la abdicación del Estado colombiano en las zonas controladas por las FARC)

Y no crean que la buena de Merkel solo guardó silencio en Davos (después de haber acogido a 2 millones de emigrantes musulmanes), es que todo un exempleado de la Banca Rothschild, como el francés Macron llegó a decir: “saldremos de esta pandemia sólo con una economía que piense más en las desigualdades”; “El modelo capitalista, la economía abierta no pueden funcionar en este entorno”; “El capitalismo ha garantizado hasta ahora el crecimiento, pero al precio de la desigualdad”. Se olvida, Macron, que países capitalistas como Taiwán o Corea del Sur están bastante mejor que Francia y que se reduce notoriamente la desigualdad.

También olvidan los profetas de Davos y los “progres” de Silicon Valley que el país que más contamina del mundo es la China comunista, y tan lo olvidan que la estrella invitada del Foro Económico Mundial fue Xi-Jinping, presidente de la República Popular China.

El “Gran Reseteo”, el nuevo orden que se desplegó, hace un mes, en Davos, ha sido una preocupante manifestación de intenciones de la nueva izquierda mundial que se ha alineado con el Gran Capital para domesticarnos y robarnos, por la puerta de atrás, la cartera, nuestras libertades y el progreso de nuestras democracias liberales.

"En China estamos siguiendo el camino hacia un país socialista moderno. Ahora, desempeñaremos un papel más activo para fomentar una globalización económica mundial que sea más abierta, inclusiva, equilibrada y beneficiosa para todos", ha pronunciado el líder del Partido Comunista Chino, para los invitados de Davos, desde su despacho en Pekín.

Luis León

(…desde algún rincón de Madrid)