/ "CONtexto Ganadero - 13 años")
Ese viernes 14 de diciembre Adam Lanza se levantó resuelto a cumplir el cometido que había fraguado en detalle en sus infinitas horas de soledad.
Sigilosamente abrió la puerta del cuarto de su madre Nancy, quién dormía plácidamente, lentamente se acercó a la cama y le descerrajó un tiro en la frente. Posteriormente, vestido con un chaleco antibalas y armado con dos pistolas 9 milímetros, un poderoso rifle de asalto Buhsmaster, suficiente munición y proveedores de recarga, tomó el carro de su madre y se dirigió hacia la escuela primaria Sandy Hook de Newtown, una apacible localidad de Connecticut, Estados Unidos.
Llegó a los salones de los primeros grados e inició su terrible asalto con más de 150 disparos en pocos segundos que segaron la vida de: Ana Márquez-Green, Jesse Lewis, Charlote Bacon y Grace, Rachel, Laureen y 15 más para un total de 20 niños entre los 5 y los 8 años más seis adultos. Asediado por la policía orientó hacia sí la pistola Sig-Sauer y acabó con su existencia.
Adam era el segundo hijo del matrimonio mal avenido de Nancy con Peter Lanza. A diferencia de su hermano Ryan, Adam era solitario, introvertido, de trato hosco, no intimaba con nadie y tan extraño que en algún momento se llegó a pensar que sufría una forma de autismo o el síndrome de Asperger que identifica trastornos de conducta, sin embargo lo uno y lo otro fueron descartados por especialistas.
Sus únicas entretenciones eran la televisión y los videojuegos, en los que era particularmente experto. Investigadores de la policía encontraron en su casa recortes de prensa relativos a masacres recientes como la de Anders Breivik en Utoya Island, Noruega y Charles Robert IV en Lancaster, Pensilvania, que hacen parte de un historial que en Estados Unidos contabiliza más de 30, incluida la del hombre que disfrazado de Batman entró a una sala de cine en Denver, mató a 12 personas y dejo más de 50 heridos.
Son acciones de sicópatas asesinos. Las sicopatías responden a experiencias traumáticas de la infancia, abandono, exclusión, inseguridad y desamor. Este conjunto de elementos sumado a los efectos de una sociedad individualista y enajenada con excesiva presión de las reglas; fractura de la unidad familiar, cuando la ética y la moral son sustituidas por patrones de conducta influenciados por los medios de comunicación, particularmente televisión e internet, se termina moldeando prototipos de personalidad sicopática.
En Colombia la estructura familiar se deteriora - los divorcios se incrementan en un 25 por ciento cada año-, el narcotráfico es generatriz de violencia y la corrupción carcome el tejido social; sin regulación efectiva, la televisión hace fiesta en los horarios familiares triple A con la producción de series como: Sin tetas no hay paraíso, El Cartel de los sapos, El patrón del Crimen, El Capo, Rosario tijeras y La Loba, entre otras, que en la mayoría de los casos, nutren sus guiones con opciones del crimen y deplorables prácticas sociales consolidando, en conjunto, la generación estereotipos de conducta proclives a la sicopatía y el crimen. Anunciadores calificados suspendieron la pauta publicitaria a Los 3 Caínes, por su contenido.
En Estados Unidos Obama inició una cruzada para proscribir las armas, como si fueran las culpables de las sicopatías, tal el marido ofendido que vende el sofá, olvidando que también se han realizado matanzas selectivas, sin armas, con el uso del Carbunco.
Es un problema realmente serio. Si no fortalecemos la familia, afirmamos los valores y realizamos acciones tendientes a regular la dictadura del rating, estaremos coadyuvando en la producción de Caínes para más Newtowns.