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columna

Conejo: Así será todo

por: Fernando Londoño- 31 de Diciembre 1969

Cuando pase lo peor, cuando quedemos definitivamente en manos de los bandidos de las Farc y los seudo intelectuales mamertos que se aprovechan de Juanpa para tirarnos a las tinieblas de un mundo comunista, no tendremos el consuelo de decir que nos engañaron. No. Nos engañamos nosotros mismos.

Cuando pase lo peor, cuando quedemos definitivamente en manos de los bandidos de las Farc y los seudo intelectuales mamertos que se aprovechan de Juanpa para tirarnos a las tinieblas de un mundo comunista, no tendremos el consuelo de decir que nos engañaron. No. Nos engañamos nosotros mismos.   Con toda autoridad nos preguntarán de qué cosa nos quejamos, cuando presenciamos todo lo que se venía en el drama cómico trágico de Conejo. Veamos, paso por paso, las lecciones que sin querer nos dieron en vivo y en directo.   Será la primera que todo se hará por cuenta nuestra. Los bandidos de las Farc tomaron en Cuba un avión nuestro, muy probablemente de la FAC, piloteado por hombres nuestros y con todos los gastos pagos por nosotros a través de la oficina de Sergio Jaramillo. Así será todo. Por cuenta nuestra.   Llegados que fueron a Valledupar, se alojaron estos criminales en el Hotel Sonnesta, el más cómodo y lujoso de la ciudad. Y no pagaron la cuenta. Qué va. La cuenta la pagó Jaramillo, con la plata suya y mía, querido contribuyente. Anticipo de que ellos no pagarán nada. La fabulosa fortuna que han amasado en este tiempo, que no baja de $20 billones por año, lo que los convierte en el grupo económico más poderoso del país, es para lavarlo y disfrutarlo, como bien lo dijo el incómodo procurador Ordoñez Maldonado. La Habana será la mayor lavandería de dinero ilícito del mundo.   A la mañana siguiente, la pandilla se metió en un helicóptero, igualmente costeado por los colombianos, sus víctimas, con emblemas de la Cruz Roja. Lo que también es una lección. En esta conspiración no se economiza nada. Todo el mamertismo internacional participa en ella. Como la ONU, que nos manda los peores comunistoides que encuentra, y como la Cruz Roja, cuyos jefes mamertos no tienen pudor cuando convierten el organismo de socorro y ayuda más prestigioso del mundo en una organización al servicio de los peores terroristas del mundo.   Una vez en Conejo, o antes de que llegaran a esa desventurada población, se aparecieron entre 200 y 500 bandidos armados hasta los dientes, con fusiles nuevos, cananas repletas, granadas bien dispuestas y lustrosos uniformes. Lección bien dada. Lo que se sigue de la paz de Juanpa, es el pleno dominio de bandidos en armas.   Antes de llegar, o después, que el orden de los factores no altera el producto, pasaron por una hacienda, de la que se robaron 10 novillos, para un espléndido asado. Esa es la lección de la Reforma Agraria fariana. Como la de Cuba o Venezuela. Robar a los hacendados, porque el hambre se demora en llegar. Y mientras más pobre el pueblo, mejor. El estado comunista reparte mendrugos de pan, los suficientes para que la gente no se le muera y con eso se aseguran su lealtad. El que no le marcha al régimen no come.   En el pueblo, que se sepa, no mataron a nadie. Para qué dirían, si los tenemos como nos gusta. A nuestra absoluta disposición. Pero como ellos son como son, nada les pareció mejor para su cuartel general que la escuelita de Conejo. Los niños tendrán pesadillas toda la vida, recordando en sus peores sueños cuando en lugar de sus maestros de siempre les llegó gente con armas para que supieran de una vez cómo portarse. La ministra de Educación protestó por esta invasión, pero bien sabemos que se trataba de cumplir con el ritual. A esas cosas las llaman inaceptables, y terminan por aceptarlas todas.   Para que pudiera pasar lo que pasó, era menester que no estorbaran Ejército y Policía. Como en efecto no estorbaron. Nueva lección: lo primero que nos tomamos es la Fuerza Pública. Para eso le podemos dar órdenes y para eso tenemos oficiales pusilánimes que las cumplen sin chistar. ¡Qué falta hacen generales como Nelson Mejía Henao o como Bedoya, o como Cifuentes, o en la Policía como Andrés Delgado Mallarino! De esos que antes de deshonrar su uniforme preferían pedir la baja.   La despedida también fue gloriosa. De un pueblo con una sola carretera, los bandidos salieron en camionetas de lujo con rumbo desconocido. El despeje ordenado, abiertamente inconstitucional e ilegal, copaba área muy grande.   Queda la última lección. El dominio armado durará lo que les venga en gana a quienes lo ejercen. Juanpa ordenó que regresaran a Cuba. Ellos volvieron, 4 días después, cuando les dio la gana. Los mamertos de Noruega y Cuba ayudaron a este desenlace feliz. Para que esta partida de asesinos se embarcara en helicópteros y aviones pagados por nosotros, con intervención de la FAC, el Ejército y la Policía. Ya nos quedó bien claro de que lado juegan sus jefes la partida.   Quedamos aleccionados. Nunca podremos decir que no nos advirtieron.