Las exportaciones del sector ganadero bovino colombiano sumaron en los primeros tres meses del año US$137 millones: en carne US$52 millones, en vísceras US$4,9 millones, en ganado en pie US$66 millones y en leche y sus derivados US$14 millones. Si se mantiene la tendencia podrían lograse exportaciones por US$550 millones, permitiendo que se superen años de buenos registros como 2013 o 2022.
La tasa de cambio se mantiene estable sobre los $4200 por dólar, lo que estimula la exportación, al igual que los precios internacionales de la carne que desde octubre de 2024 de nuevo muestran tendencia al alza con un incremento de 9,9%; aunque aún no con el nivel registrado en el año 2022, pero es una situación positiva.
Frente al consumo en el mercado interno la situación también es positiva, pero reviven preocupaciones. En carne, es buena en el sentido que la faena de bovinos se incrementó 12,5% en los primeros tres meses de 2025 en un escenario que desde 2024 ha marcado precios muy estables, pero la tendencia inflacionaria pareciera estar repuntando.
De hecho, en todo 2024 el precio de la carne de res apenas subió 0,68% lo que mejoró el poder adquisitivo y, por lo tanto, el consumo. Sin embargo, en lo corrido de 2025 (enero a abril), el precio de la carne ya acumula una subida de 3%, que, aunque no es crítico, sí envía señales alcistas.
Pero la situación de alza no es exclusiva de la carne de res, y vale la pena aclararlo para que los especuladores no empiecen a echar las culpas a la buena dinámica exportadora. En el mismo periodo, enero a abril de 2025, el precio de la carne de cerdo se incrementó 3,2%, el precio del pollo subió 3,83%, el del pescado 3,3%, y el de los embutidos 4,4%. En otras palabras, el de la carne de res es la de menor alza.
No se puede desconocer entonces que la misma tasa de cambio que nos favorece en la exportación también encarece la importación de insumos y materias primas útiles para el sector, pero también empieza a pasar factura un mayor costo de la mano de obra en 2025 en donde el incremento salarial duplicó la inflación. Además, el costo del dinero no baja lo suficiente pues la tasa de interés de referencia se mantiene aun por encima de 9%.
Precisamente con mayor nivel en los costos laborales los niveles de precios al consumidor buscarán igualar tal incremento. Esto implica que en los meses siguientes la presión inflacionaria podría continuar y generar deterioro en el consumo.
Aprovechando la temporada de lluvias, esta resultará importante para mejorar la oferta y poder incidir en menores niveles de precios al consumidor (ojalá también lo entienda el eslabón transformador y comercializador). Hay que cuidar nuestro mercado interno y a su vez las exportaciones que esperamos sean crecientes con el importante dinamismo que sigue mostrando China.