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Crecimiento económico y Nueva Ruta de la Seda

por: Oscar Cubillos Pedraza- 31 de Diciembre 1969


La semana pasada el DANE entregó los resultados de PIB correspondientes al primer trimestre de 2025, reflejando un crecimiento de la economía colombiana de 2,7 %, el cual resulta mejor frente al año completo 2024 que creció 1,7 % o respecto al 2023 con un marginal repunte de 0,6 %. Sin embargo, 2,7 % es una cifra modesta para las necesidades que tiene el país, que debería estar creciendo por encima del 5 % para estar medianamente al día frente al rezago de años anteriores.

En definitiva, ya varios sectores entraron en una fuerte crisis económica, como el de la minería que completó cinco trimestres en terreno negativo, con una caída acumulada de más de 25 %. Claro, la falta de mirada a la minería por parte de las políticas públicas ocasiona tal deterioro; sin embargo, la minería ilegal sí continúa avanzando sin que se note una estrategia contundente para combatirle, situación que además contribuye con la grave crisis de seguridad del país.

La construcción, luego de un pésimo 2023 con una caída de más de 13 %, intentaba recuperarse en 2024 pero de nuevo ha entrado en terreno negativo en 2025. Sin duda, las aún altas tasas de interés han incidido para que muchas familias declinen en la compra de vivienda, pero también la disminución o eliminación de subsidios sobre la tasa han influido en tal deterioro.

Pero uno de los más preocupantes es de la industria, en donde lastimosamente el país viene registrando una permanente desindustrialización. En promedio el decrecimiento de cada trimestre desde el primero de 2023 ha sido de -2,0 %. Las elevadas cargas tributarias y altos costes salariales más un decaimiento en su productividad no han permitido que la industria alce vuelo.

El caso del sector agropecuario, desde las cifras del PIB, es de los pocos que puede destacarse. El crecimiento promedio es de 7,5 % desde el cuarto trimestre de 2023, pero impulsado solo por algunos sectores: café, cacao y ganadería (bovina, porcina y aves). En el caso de banano, flores y el mismo café será importante vigilar su comportamiento de cara al arancel de 10% impuesto por EEUU.

En la faena, el crecimiento fue de 13,8 % en el primer trimestre de 2025 y en la producción de leche cruda 12,1%. El buen comportamiento en el sacrificio bovino también fue dinamizado por mayores exportaciones a China en carne de res, que, si lo colocamos en un escenario más avanzado, el de la "Nueva Ruta de la Seda", podría sacarse de allí un gran aprovechamiento para el sector ganadero: un mercado de 1400 millones de habitantes para exportar más carne, y recíprocamente la posibilidad de adquirirles tecnología útil para nuestra ruralidad, con precios más accesibles.

Será menester saber negociar con un gigante como China y establecer formas eficientes de cooperación binacional en el desarrollo de diferentes proyectos de infraestructura que el país requiere desde ya hace varias décadas. Lo lógico en una estrategia de diversificación de mercados es lograr consolidar y bien aprovechar este tipo de alianzas, sin que otros aliados, los tradicionales, como EEUU deban sentirse desplazados. Además, vale la pena recordar que existe un TLC que el jueves pasado cumplió 13 años de haberse implementado, pero que no le ha permitido a Colombia exportar un solo kilo de carne a EEUU. Sumemos a esto el reciente arancel adicional de 10 % impuesto por parte de EE. UU. a Colombia en un trato que no pareciera ser de aliados.

Sin duda, reactivar realmente la economía colombiana requerirá mayor conocimiento de las realidades del país, practicidad y focalización en la gobernanza y un sin número de aliados internacionales que contribuyan de manera efectiva para alcanzar objetivos útiles, más allá del romanticismo de la tradición, además de hechos en la cooperación y en el comercio justo.