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Miguel Angel Lacouture

columna

Descertificación: El despropósito de Petro y el abismo que nos acecha

por: Miguel Ángel Lacouture Arévalo- 31 de Diciembre 1969


Como opositor al gobierno del cambio de Gustavo Petro, he defendido con rigor la soberanía colombiana contra cualquier injerencia externa. Pero el estallido presidencial del 17 de septiembre contra Estados Unidos —calificando la descertificación de 2025 cómo "grosería imperial" y "chantaje vulgar"— no es defensa patriótica; es un desahogo irresponsable que enmascara fracasos propios.

Petro no solo detuvo compras de armamento estadounidense y acusó a la oposición de "cipayismo traidor", sino que culpó al "consumo yanqui" de nuestra plaga narco, obviando que Colombia genera el 70% de la cocaína global.

Esta retórica incendiaria no resuelve crisis; las agrava. Exijo, confrontar la verdad con datos implacables, no con victimismos estériles. Y los números desarman su ilusión.

La descertificación, decretada el 16 de septiembre por el Departamento de Estado en la era Trump, no es arbitrariedad; es un instrumento legal estadounidense —supervisado por su Congreso— que ata ayudas a la cooperación efectiva contra el narcotráfico, tal como impulsó el Plan Colombia. Petro la dramatiza como agresión, pero calla que su "paz total" ha coincidido con un rebrote narco sin precedentes. En su post, distorsiona la historia al atribuir el pico a Duque: la ONU lo refuta categóricamente. Bajo su mando, el flagelo no se contiene; se desboca. Contemplemos los indicadores del Informe Mundial sobre Drogas de la UNODC y el Ministerio de Defensa. Comparo 2022 (transición duquista) con estimaciones hasta agosto de 2025 (datos preliminares oficiales). El incremento es alarmante y revela la ineficacia de políticas tibias:

2022: 230.000 hts sembradas.

2025 (hasta ago., est.): 300.000.

Variación: +30.4%

Producción Potencial 2022: 1.738 Tns Métricas

Producción Potencial 2025: 2.800 Tns Métricas

Variación: +61.1%

Productividad por hectáreas:

2022: 7.56 Kilos Hectárea

2025: 9.33 Kilos Hectárea

Variación: +23.4 %

Incautaciones

2022: 671 Tns

2025: 750 Tns,

+11,8% (pero solo ~27% de producción y no con el 61.1% de aumento a la fecha)

Fuentes: UNODC (2023-2025) y MinDefensa

En 2022, ya había un alza; Petro juró sustitución voluntaria y erradicación sin glifosato. ¿Balance? +30,4% en hectáreas, avivado por la paralización de fumigaciones y treguas con disidencias que blindan cultivos en "zonas de diálogo". La productividad escaló 23,4% por semillas híbridas narco, no por "miseria campesina" como proclama. Las incautaciones, récord en 2024 (884 TM), apenas arañan el 27% de la oferta —un espejismo de control.

Este colapso no es "herencia gringa", como brama Petro. Es negligencia doméstica: su aversión a extradiciones plenas, indultos a peones narco y énfasis en "derechos" por sobre inteligencia han empoderado carteles. En 2023, la producción ya brincó 53%; ahora, con Trump en la Casa Blanca, su embestida verbal —tachando de "mentirosos" a diplomáticos y de "vendepatrias" a disident**es**— nos aísla fatalmente. ¿Suspender adquisiciones bélicas? Eso desarma a nuestra Fuerza Pública ante un enemigo voraz.

Peor aún: esta deriva antiestadounidense coquetea con un abismo mayor. Si el apoyo político de Petro al régimen de Maduro evoluciona a respaldo militar —como ha insinuado en cumbres chavistas—, y Washington interviene armadamente en Venezuela para desmantelar la dictadura, Colombia podría salir en defensa de Caracas. Imaginen: Petro alineándose con el Cartel Soles, EE.UU. no dudaría en etiquetarnos como aliados activos del Régimen Venezolano e incluirnos como parte de los Soles, imponiendo sanciones devastadoras —congelación de activos, bloqueo comercial y descertificación perpetua—. Nuestras exportaciones colapsarían, la inversión huiría y el PIB se hundiría en recesión profunda. No sería soberanía; sería suicidio geopolítico, arrastrándonos al ostracismo hemisférico junto a un tirano en agonía.

Señor Petro: la descertificación punza porque es meridiana. Abandone los improperios y negocie. Un Plan Colombia 2.0, podría revitalizar el comercio, la inversión y la seguridad compartida. Imagina un enfoque en inteligencia cibernética contra cárteles transnacionales o en energías renovables para reducir la dependencia del petróleo. Sería una señal de que Colombia sigue siendo un socio estratégico para Washington, con desarrollo integral y seguridad férrea, robustecería nuestra alianza vital con el principal socio comercial. Como opositor, no anhelo su ruina; demandamos gobernanza responsable.

@lacoutu