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columna

Hamburguesa sostenible

por: Oscar Cubillos Pedraza- 31 de Diciembre 1969

Son cada vez más crecientes los mercados que demandan alimentos naturales, orgánicos y verdes, incluso por encima de los vinculados a apelativos o denominación de origen. La tendencia mundial es que los productos sean cada vez más saludables, y el reto está, justamente, en que un alimento cumpla tres características: delicioso al paladar, adecuado al bolsillo y bueno a la salud.

Al menos un tercio de la carne que se come en el mundo viene en una hamburguesa, y aunque es de las comidas más populares y preferidas, no se puede desconocer que no tiene la mejor fama respecto a sus aportes saludables.

Las grandes empresas productoras de hamburguesas han entendido que existe un inmenso potencial de personas que desearían comer uno de sus productos, pero no lo hacen por dos razones. La primera por cuidado a su salud o a su imagen; y la segunda, por cuidado al medio ambiente al considerar la producción de carne y la ganadería como una actividad contaminante.

Desde ya hace varios años su mirada está enfocada en producir hamburguesas con materias primas que tengan un origen más verde y ecológico. De un lado las ganaderías que crían y engordan sus animales en pastos y praderas producen carne con menor contenido graso y mayor contenido de omega 3.

De otro lado, la huella de carbono y utilización de agua resulta al menos cuatro veces más baja en ganaderías de pastos y sistemas agroforestales, respecto a las ganaderías intensivas o estabuladas. Tampoco se puede desconocer que las ganaderías de pastos son las que más capturan GEI (Gases Efecto Invernadero), con un efecto multiplicador al ser modelos silvopastoriles.

Así las cosas, las hamburguesas que se consumen en el mundo empiezan a tener un origen verde y ecológico certificado. No es casualidad que de un mercado global de carne bovina que suma más de USD 67 mil millones, el de las carnes sostenibles se lleva cerca de USD 11 mil millones, pero con un crecimiento en valor anual por encima del 5 %, comparado con el 2,4 % del de las carnes convencionales.

Ya dentro de los sistemas de producción sostenibles –que son más influyentes en los consumidores–, el de mayor crecimiento en valor y volumen es el de carnes provenientes de ganaderías de animales alimentados con pastos, con tasas anuales superiores al 12 % y 13 % respectivamente.

A pesar de ser un mercado pequeño, de menos de USD 1.000 millones, tal crecimiento representa una importante oportunidad para países como el nuestro en donde el 97 % de su hato ganadero se alimenta en praderas.

La sostenibilidad ambiental terminará siendo el principal elemento de comercio doméstico e internacional que sirva como barrera de entrada a diferentes mercados. Colombia es un país con inmenso potencial en la producción y comercialización de carne bovina, y con un importante avance en materia sostenible en sistemas silvopastoriles, agroforestales y ecológicos.

Como consumidores también empecemos a ser más exigentes en los alimentos que comemos, sin que pierda la oportunidad de adquirir uno de los menús de mejor sabor y más fácil adquisición en el mundo como lo es una hamburguesa. Eso sí, que sea una hamburguesa sostenible.