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columna

Los retos de la producción ganadera en el siglo XXI

por: - 31 de Diciembre 1969

Para bien o para mal, el negocio ganadero cambió. No son pocos los retos que tendrán que enfrentar los productores en el inmediato futuro y, sobre todo, serán muy diferentes a los que se vislumbraban hace solo 10 años.

Hasta ahora no ha sido fácil poner en el mercado productos de buena calidad, a precios competitivos, de manera rentable, enfrentando la inseguridad y el cambio climático; no obstante lo anterior, surgen nuevas exigencias.   A nivel mundial hay una fuerte corriente social de la que hacen parte importantes grupos de presión que acusan a la ganadería de una serie de impactos negativos sobre el medio ambiente y el bienestar humano.   Se argumenta con razón, que la producción ganadera causa deforestación, quemas, pérdida de la biodiversidad, compactación de suelos, emisiones de CO2 y de metano, contaminación y disminución de la disponibilidad de agua, además de invadir y secar humedales y de afectar ecosistemas estratégicos como los páramos.   Como si lo anterior fuera poco, también se acusa al sector de no dar un trato adecuado a los animales y de ser uno de los factores determinantes en la resistencia bacteriana a los antibióticos, dado el indiscriminado uso que se hace de ellos por parte de los ganaderos.   Ya en nuestro país, a pesar de que todo nos llega tarde, comenzamos a ver un creciente número de jóvenes que están dejando de consumir carne, porque no aceptan el trato que se da a los animales. Hasta instituciones públicas, como el Concejo de Medellín, están recomendando a los funcionarios que no consuman carne un día a la semana.   En este contexto, dentro de poco se van a sentir en el país los efectos de la aplicación de varias políticas que tienen relación con el sector agropecuario.   Merece destacarse que este año se concluirá la delimitación de los páramos y ya se siente una fuerte corriente decidida a no permitir la presencia de ganado en estas zonas; también la UPRA (Unidad de Planificación Rural Agropecuaria), comenzará a entregar resultados respecto a su labor de planificación del uso eficiente del suelo y el ordenamiento social de la propiedad.   Y a partir de este año se le exigirá a las empresas ganaderas con mayor número de empleados, cumplir con la normatividad establecida en el marco del Sistema de Gestión Seguridad y Salud en el Trabajo.   Resumiendo, quien quiera permanecer en el negocio de producir carne o leche en el país, deberá entender que ya no será fácil tener predios con una visión extractiva, que además de no producir lo que se espera de ese uso del suelo, impacten negativamente el medio ambiente y no cumplan con la normatividad exigida.   A futuro, con visión empresarial, habrá que trascender el aprovechamiento de las ventajas comparativas que nos ofrece el medio, para pasar a generar ventajas competitivas mediante la introducción de conocimiento, en el marco de una producción ganadera sostenible.   Ya hay un pequeño grupo de productores que han logrado lo anterior, lo que demuestra que sí es posible hacerlo. Para generalizarlo se requiere esfuerzo y dedicación, además de políticas gubernamentales de apoyo, pero la realidad es esa y como tal tendremos que enfrentarla, a riesgo de salir del negocio.   carlos.osorio.neira@gmail.com