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Mercado interno mientras llega la competitividad cambiaria

por: Oscar Cubillos Pedraza- 31 de Diciembre 1969

Con el ánimo de seguir aprovechando las oportunidades en la exportación de carne y novillos en pie, vale la pena revisar el estado actual de competitividad de nuestros productos, situación que al fin y al cabo afecta las posibilidades de hacer negocios y crear riqueza.

Hoy el precio del kilo del novillo gordo en pie en Colombia es de USD1,97 mientras que el de Brasil alcanza USD1,77; una brecha de ¢20 que afecta considerablemente la dinámica de la economía ganadera. Sin embargo, en septiembre de 2023 ese diferencial era de ¢55, lo que indica que las condiciones vienen cambiando, bien en la tasa de cambio, o en el precio interno del novillo en cada uno de estos dos países.

Frente a la tasa de cambio en Brasil, esta ha tenido fluctuaciones de apreciación y depreciación del real que nos afecta de manera importante al tener como principal competidor al vecino país. En la primera parte de 2023, entre enero y julio, el real se apreció 9,5% mientras que, en Colombia, en el mismo horizonte, el peso se apreció 18%, ya allí perdimos competitividad.

Entre agosto 1 de 2023 y abril 21 de 2024 el real se depreció 11% y aunque el peso colombiano también vivió el mismo fenómeno, este apenas lo hizo en 1%, creando otra brecha en la competitividad. En solo ese horizonte, desde enero de 2023 hasta abril de 2024 el delta es de 19%, por movimientos cambiarios, por lo que para intentar equipararse el precio interno del novillo en Colombia ha tenido que descender. Es el mercado. La situación no es nueva, ya ha ocurrido en 2009, 2018 y 2022.

Es indudable que la aun alta tasa de interés incide para que ingresen más dólares a nuestra economía y la tendencia cambiaria sea la de un peso apreciado (mayor revaluación dirían algunos), de allí la importancia que el Banco de la República baje con celeridad la tasa, aunque la experiencia nos dice que eso realmente no ocurrirá con rapidez.

Ahora bien, lo anterior no significa que no se exporte; más sí representará que los envíos sean menos dinámicos a los de años anteriores tanto en carne como en animales en pie, hasta que los precios entre Colombia y Brasil tengan un mejor simetría. Muy importante mantener los envíos, pocos o muchos, con el ánimo de hacer presencia comercial en los mercados aperturados.

Mientras tanto se le debe sacar el jugo al mercado interno sin desconocer que allí las grandes preocupaciones son dos: la primera, el incremento de la clandestinidad que le hace un daño inmenso al sector ganadero y a la industria transformadora al tener que enfrentar una competencia totalmente desleal; y el segundo el retroceso en el consumo por cuenta de esa misma clandestinidad y que la economía viene desacelerada y los bolsillos resentidos.

Por eso resulta estratégico que también en carne se articulen los programas públicos con la oferta interna: PAE, FFAA, comedores comunitarios y demás; por lo que resultará muy importante que las ejecuciones presupuestales de los respectivos ministerios se aceleren.