En meses pasados me encontré con un problema de mastitis en el hato. Lo primero que hice fue lo que la mayoría de los productores hacemos, antimastítico intramario ¨de confianza¨ en los pezones afectados. Ahora reconozco que fue un error hasta financiero. El tratamiento de cada cuarto tuvo un costo aproximado de $50.000 en medicamentos y $60.000 de retiro en leche por vaca, los resultados no fueron los esperados y eran 2 los cuartos afectados así que perdí $160.000 ¿Han oído que hacer exámenes de laboratorio es costoso? Cuando hice matemáticas decidí hacerlos, seguro eran más baratos que perder una vaca. Los exámenes costaron cerca de la mitad de lo invertido. ¿Sirvieron? Las bacterias eran resistentes al siguiente antimastitico que pensaba utilizar, me ahorre otros $160.000. A esto le podemos sumar muchas cifras por los riesgos sanitarios que implica tener vacas infectadas en el hato, tanto para las que aún están sanas como para el saneamiento de las infectadas. Es común encontrar productores que para disminuir pérdidas le encuentran un destino final a la leche de retiro. Lo hacen sin saber que están empezando a acumular una gran cantidad de pérdidas. Está demostrado que las terneras que son alimentadas con leche de retiro, o leche con mastitis, tienen mayor riesgo de sufrir mastitis en su vida productiva, sin mencionar la resistencia a antibióticos que causa esta práctica. Conozco producciones que pasteurizan la leche y por lo tanto la suministran pensando que con este proceso es suficiente para que no afecte las terneras que la van a recibir. En este caso hay dos altos riesgos: no todas las bacterias causantes de mastitis son sensibles al calor, y en el manejo de esa leche puede haber contaminación cruzada por medio de los operarios y los contenedores. La mastitis es considerada a nivel mundial como la enfermedad infecciosa que más pérdidas genera en las producciones lecheras. La importancia de la mastitis no solo abarca la salud de la vaca y la producción de leche, además la mastitis afecta la composición de la leche y por lo tanto la obtención de subproductos de buena calidad se dificulta. El tema es extenso, y siempre nos quedaremos cortos con lo que mencionemos. Espero crear conciencia de la importancia de la prevención y el tratamiento de la misma. Quiero en este caso aprovechar para tratar un tema álgido, la importancia del veterinario y de los laboratorios en las producciones lecheras. En muchas lecherías he conocido personas a cargo con conocimientos adquiridos por experiencia que siempre serán valiosos para la producción, pero no excluye la importancia del veterinario. Nadie conoce las vacas igual que ese personaje, las ve todos los días y es quien puede ¨hablar¨ por ellas. Estos conocimientos son importantes para los médicos veterinarios, que debemos estar siempre actualizados, cada uno en su especialidad si la tiene. Se ha demostrado que cada vez hay mayor resistencia a los antibióticos, que las enfermedades han migrado a nuevas áreas y, además, a las vacas se les exige cada vez más para producir leche y esto las hace más vulnerables a enfermedades y desordenes metabólicos. Reconozco que sin la ayuda de los conocimientos de los encargados del ganado no es fácil dar un diagnóstico ni lograr éxito en los tratamientos, pero, como productora, también resalto la importancia de los conocimientos de los médicos veterinarios. Confieso que esta fue la razón para llevar a cabo los estudios de veterinaria. Cuando su carro este fallando, y lo vaya a llevar al mecánico, recuerde que esa plata viene de las vacas a las que usted les debe invertir en salud. Mariana Navarro Sanint. Médico Veterinario Zootecnista. Universidad Tecnológica de Pereira mnavarro@utp.edu.co