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Alfonso Santana Díaz

columna

¿Por qué no ganar dinero con la trazabilidad individual?

por: Alfonso Santana Díaz- 31 de Diciembre 1969


Llevamos muchos años en Colombia hablando de trazabilidad, y más aún en el sector ganadero bovino en donde el avance ha sido lento y, si se quiere, selectivo, perdiendo el ganadero en general una alternativa viable y no costosa para elevar sus ingresos al maximizar la rentabilidad vía aumento de la eficiencia de su hato ganadero, es decir, produciendo más carne o leche en su mismo predio, con más calidad y bajo estándares ambientales internacionales, lo que a la final le significan más ingresos cuando se aplica a cada animal.

Y es que a pesar de los esfuerzos que ha realizado el gremio ganadero, la trazabilidad ha ido perdiendo interés, las más de las veces por incredulidad y malas experiencias, y por la ausencia de una política de Estado al respecto y el poco apoyo gubernamental, pero en el fondo, el origen es la falta de conocimiento y capacitación –que es una falencia transversal a todos los aspectos de la cadena primaria de la ganadería– sobre la trazabilidad grupal y la trazabilidad bovina individual.

Desde el punto normativo, la trazabilidad en nuestro país es voluntaria salvo en los departamentos fronterizos con Venezuela la cual se impuso para controlar la fiebre aftosa. Actualmente cursa en el Congreso de la República un proyecto de ley (261-24), orientado a establecer un sistema nacional de trazabilidad para la cadena productiva de ganado, con el objetivo de asegurar una producción sostenible y libre de deforestación, con énfasis en pequeños productores (no como una iniciativa orientada a consolidar al sector ganadero como una alternativa de producción de alimentos básicos esenciales).

Indudablemente es una buena iniciativa, pero nos falta los cinco centavitos para el peso. Así se desprende de las tendencias registradas en los países de la región que están a la vanguardia de la trazabilidad, como se verá más adelante.

Por eso el conversatorio ‘Revolución cárnica: Cómo la trazabilidad está transformando al mercado’, realizado por Fedegán FNG en el marco de Agroexpo 2025, resultó sumamente útil, pues además de que recogió la experiencia expertos de MSD – salud animal y del presidente de Ganacor, dimensionaron, en un lenguaje claro y sencillo, las ventajas que tiene para cualquier ganadero apropiarse de la trazabilidad, no importando si es grande o pequeño, pero especialmente el tema de la identificación y trazabilidad individual.

De cara al nombre del conversatorio (‘Revolución cárnica: Cómo la trazabilidad está transformando al mercado’), es el mercado quien está transformando la trazabilidad al impulsar la individualización de la trazabilidad en un hato. Es una tendencia cuyo impacto en el consumidor ya la han advertido países que están hoy a la vanguardia de la trazabilidad y que se han impuesto esta nueva meta.

Brasil, por ejemplo, está dando pasos firmes para implantar la Identificación Individual de Bovinos y Búfalos a través de un Plan Nacional cuyo objetivo es mostrar al mundo la calidad de los productos brasileños.

En igual dirección va Argentina, que potencializará su competitividad internacional con trazabilidad electrónica la cual les permitirá registrar y monitorear, de manera individual, el historial productivo, reproductivo, sanitario y genético de cada animal, generando información clave para optimizar la gestión ganadera con datos en tiempo real.

No se puede olvidar la experiencia de Uruguay. Este país ha logrado consolidar desde 2011 a través de su Sistema Nacional de Identificación Ganadera (SNIG), una plataforma tecnológica de trazabilidad que garantiza la identificación y seguimiento de ganado vacuno desde su lugar de origen hasta su destino final en frigoríficos y mercados internacionales. Además, se enfoca tanto en la trazabilidad grupal como en la individual, ofreciendo una visión completa de la historia de cada animal, lo que ha contribuido en gran medida a consolidar la confianza de los consumidores nacionales e internacionales en la carne uruguaya.

A este sistema le sumaron el Sistema Electrónico de Información de la Industria Cárnica (SEIIC) que provee información sobre el proceso que siguen sus animales en los frigoríficos, desde el ingreso de los vacunos hasta tener los distintos cortes que serán cocinados en un restaurante o en un hogar. Es decir, permite conocer ¡el origen del churrasco que se tiene en el plato, donde nació el animal y quién lo crio!

Nicolas Vargas, gerente técnico de la unidad de ganadería de MSD Salud Animal, y panelista del conversatorio aludido, enfatiza en que la trazabilidad es mucho más de una norma, que comienza con la identificación y sirve para que todos los productores, incluyendo los pequeños, empresaricen su producción, una herramienta de manejo competitivo, a la vez que reafirma que el consumidor hoy en día está solicitando información completa de todo el producto que estamos obteniendo desde las fincas, cómo estamos tratando a los animales, en dónde están naciendo por dónde están transitando, qué cambios de propietario o de predio están teniendo, finalmente dónde lo estamos faenando y cuál es la calidad del plato que está teniendo y está consumiendo.

La trazabilidad si bien es una condición sine qua non para acceder a los mercados internacionales de alto valor (venta de carne versus ganado en pie), no puede tener como única meta satisfacer las exigencias de estos mercados. También debe servir para el mercado interno. La noción de trazabilidad individual es, para cualquier ganadero, una herramienta valiosísima de información para de la gestión sanitaria (aumenta la capacidad de respuesta ante posibles brotes epidemiológicos), para el manejo de inventario, selección de animales (descarte), para el bienestar de los animales y para el cuido del medio ambiente, entre otros.

Hay que convertir la trazabilidad para el ganadero en una inversión y no en un gasto. Eso exige de un cambio de mentalidad. De una administración gubernamental como la actual –cuyas directrices indican que todo se soluciona redistribuyendo la riqueza y no en cómo generarla, con un presupuesto nacional inflado a punta de supuestos errados y posiblemente esperando créditos de sus nuevos mejores amigos a través del Banco de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y colocando a los empresarios como enemigos del ‘pueblo’–, es poco lo que se pueda andar en trazabilidad por esa vía.