CONtexto Ganadero - 13 años
Alfonso Santana Díaz

columna

¿Qué tanto está aprovechando el ganadero la bonanza de los buenos precios internacionales?

por: Alfonso Santana Díaz- 31 de Diciembre 1969


Las bonanzas hay que sembrarlas para cosechar buenos resultados en el futuro. Hay que invertirlas en productividad y sostenibilidad económica y social para obtener ganancias estables y duraderas. Dilapidarlas reduce la posibilidad de crecimiento y bienestar, y deja expuesto al sector que las recibe. La experiencia demuestra que nuestra economía ha registrado diversas bonanzas que se han diluido como el agua entre los dedos.

El sector ganadero, y en general el sector agropecuario, atraviesan por una bonanza originada en buenos precios internacionales. El crecimiento de las exportaciones agropecuarias de Colombia en el periodo enero - septiembre de 2025 muestra esa bonanza especialmente en los sectores cafetero, palmero y ganadero. Las ventas internacionales de carne, vísceras, animales vivos y lácteos ascendieron en ese período a USD 319,3 millones, que son mayores en volumen y a mejor precio sobre lo exportado en todo 2024. Se vendieron 25.105 toneladas de carne a más de 20 países por un valor de 121,5 millones de dólares, cuando en el mismo período de 2024 se llegó a 24.769 toneladas por USD 106,5 millones.

No fue un auge inesperado. Analistas del mercado lo habían previsto a través de las tendencias del ciclo de precios internacionales, el cual, desde luego, es impulsado por la oferta y la demanda. Desde mediados de 2024 el precio del novillo gordo a nivel mundial se elevó –después de un período de baja de precios del ganado y caída de la faena de hembras–, lo cual arrastró el precio del ternero. Como es natural, vino la retención de hembras, la oferta de carne disminuyó, los precios se elevaron. Se consolida así un nuevo ciclo de altos precios, tal como se registra en este año 2025, pero lo más interesante es que probablemente se extienda hasta 2027.

Augusto Beltrán Segrera, Secretario Técnico del Fondo de Estabilización de Precios de Fedegán y miembro de la junta directiva del SECRETARIADO MUNDIAL DE LA CARNE 2023 - 2027, explicó, en una de sus columnas, que el mercado de la carne de res en Estados Unidos refleja desde 2024 escasez de oferta, alta demanda y ajustes en la producción y que su industria enfrentaba desafíos para equilibrar la reposición del hato con la rentabilidad actual, mientras que el comercio internacional se ajusta a la nueva realidad de precios altos y oferta limitada.

El Documento OCDE‑FAO Perspectivas Agrícolas 2025‑2034 aporta otros elementos sobre la tendencia de los precios. Concuerda en que los precios nominales de la carne de rumiante aumentarán por la reconstrucción de los inventarios de ganado vacuno y ovino, al inicio del periodo de las Perspectivas.

Según sus proyecciones, se espera a mediano plazo que los precios reales de la carne bajen de sus niveles actuales. Esta disminución tendría origen en la reducción de los costos reales del forraje y en las continuas mejoras de productividad. En el caso de la carne de rumiantes, se prevé que los precios en términos reales alcanzarán su nivel máximo alrededor de 2027, impulsados por las medidas de reconstrucción de los rebaños en los sectores de carne de vacuno y de ovino. Después de este nivel máximo, se prevé que los precios disminuirían y el periodo terminaría en niveles 8 % menores que sus valores de referencia.

Simplificando el tema, esas previsiones indican que a la ganadería colombiana aún le queda un par de años de buenos precios internacionales, cuyos ingresos, como se indicó al principio, hay que saberlos invertir. La clave lo dice el mismo informe: la reducción de los costos reales del forraje y las mejoras de la productividad.

Es el momento entonces para que los productores aceleren las inversiones en sus fincas, adopten tecnologías que aumenten la productividad y se avance en la trazabilidad y en la diversificación de mercados -que en buena hora la está impulsando Fedegán-. Esto último en razón a la pérdida de valor del dólar, lo cual, como lo advierte Beltrán, nos recuerda la importancia de fortalecer nuestra producción, de innovar en técnicas de producción y de abrir caminos hacia una mayor integración regional. Esto nos puede brindar mayor resistencia ante esas fluctuaciones.

Por eso hay que celebrar la buena noticia que nos trae la encuesta de Caracterización de la actividad ganadera de Fedegán-FNG – DANE, que revela que en el país existen más de 457 mil animales (el 1.6 % del total del inventario) empleados en genética, que, indudablemente, es un paso importante para elevar la productividad del hato.

Igual ocurre con la expansión de la ganadería colombiana sostenible, la cual se requiere acelerar, pues las tendencias mundiales de atacar a la ganadería bovina y las rigurosas exigencias serán mayores y pan de cada día.

Las cartas sobre la bonanza de los buenos precios internacionales para el sector ganadero están echadas. ¿Cómo las aprovechará el ganadero colombiano?