CONtexto Ganadero - 13 años
Juan Gonzalo Botero Botero

columna

Sin agricultores y ganaderos, ¡no hay alimentos!

por: Juan Gonzalo Botero Botero- 31 de Diciembre 1969


Tuve la fortuna de cursar mi carrera universitaria en Costa Rica y precisamente en una de las áreas madre del agro: la Ingeniería Agronómica. Es este país quien mejor ha podido adecuar la capacidad productiva de su campo al desarrollo sostenible. Con una agricultura y una ganadería enfocadas principalmente a la exportación, ha sabido desarrollar sistemas de producción de agricultura y ganadería sostenible que además le han dado un valor agregado adicional a sus productos. Recordemos que Costa Rica es uno de los principales productores de banano y piña y en el sector ganadero la cooperativa Dos Pinos es reconocida por la calidad de sus productos que se exportan a todo Centroamérica e incluso a los Estados Unidos. Esta capacidad productiva con enfoque sostenible ha sido soportada en una política construida en el largo plazo que le ha permitido a ese país ser reconocido en el mundo por ello.

En contraste, asistimos como observadores de primera fila a la crisis actual que enfrentan agricultores y ganaderos en muchos países de Europa. Países llamados “desarrollados” o del “primer mundo” y que hoy enfocan sus políticas a sectores diferentes a la agricultura y la ganadería, abandonando a los productores y respondiendo a intereses, muchos de ellos sustentados en la macabra Agenda 2030.

El caso actual de Francia ha sido detonante. El presidente Macron ha ordenado sacrificar la totalidad de los hatos ganaderos donde se detecte una enfermedad llamada dermatosis. Esta es una enfermedad viral de la piel que puede terminar en la muerte del ganado, pero que no es transmisible al ser humano. De allí la indignación de los ganaderos franceses, dado que el “fusil sanitario” se aplica cuando la enfermedad puede afectar al ser humano. Esto ha llevado a la ruina a muchos ganaderos que atribuyen la medida más a los intereses de empresas de producción de carne “artificial” o “cultivada”, que a una real amenaza a la salud humana del país.

Por su parte, en España los ganaderos amenazan también con protestar ante la intención del gobierno de importar leche de Marruecos, lo que traería la quiebra de muchos hatos lecheros del país. A las protestas de los ganaderos se vienen sumando agricultores de toda Europa, agobiados por el incremento de los costos de producción, la reducción de los precios de muchos productos, la excesiva tramitología para acceder a ayudas estatales y, lo más grave, la incoherencia y exigencias de las políticas del Pacto Verde y de la Granja a la Mesa lideradas desde una Unión Europea encabezada por Ursula von der Leyen, que alardea apoyar a agricultores y campesinos, pero que en la práctica quiere desestimular esos sectores e impulsar otros como el automotriz. En resumen, enfrenta el sector agropecuario europeo uno de sus más grandes desafíos de la historia y el desespero por la falta de apoyo ha llevado a agricultores y ganaderos a sacar sus tractores a las carreteras y a ciudades como París y Londres para expresar su inmenso desacuerdo con esa posición estatal.

En Colombia, desafortunadamente, no hemos podido construir una política sólida de largo plazo para el sector agropecuario. En el gobierno de Iván Duque construimos una propuesta enfocada a desarrollar el sector hacia la exportación, buscando además su desarrollo sostenible, pero el gobierno actual la abandonó para enfocarse casi que exclusivamente en una reforma agraria que ya hemos visto ha sido un fracaso. Mientras esto ocurre, la amenaza de la influencia de intereses transnacionales —como lo que sucede en Europa— se mantiene como un peligro latente para nuestra agricultura y ganadería. Ojalá la sociedad entienda que el sector agropecuario es la llave de seguridad para garantizar la seguridad alimentaria de un país; entiendan que sin agricultores y ganaderos, ¡no hay alimentos!

Nota 1. Condenable la sensación de falta de autoridad que se respira en el país ante el paro armado decretado por el ELN.