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columna

Una lección que debemos aprender

por: Maria Helena Latorre- 31 de Diciembre 1969

Es importante que en Colombia aprendamos de la dolorosa lección de Sri Lanka, si queremos que nuestra agricultura desarrolle todo su potencial.

Es importante que en Colombia aprendamos de la dolorosa lección de Sri Lanka, si queremos que nuestra agricultura desarrolle todo su potencial.

Hace unos cuantos meses el Gobierno de Sri Lanka —la nación insular que está al sur de la India— tomó una decisión radical: dejar de utilizar las tecnologías sintéticas para las protección y nutrición de cultivos, con la intención de convertirse en un referente y modelo mundial de agricultura orgánica.

La idea, que en el papel sonaba muy atractiva, terminó siendo un desastre total: la tercera parte de la tierra disponible para cultivos no pudo ser utilizada y las cosechas de los principales productos agrícolas de Sri Lanka (arroz y té, principalmente) de desplomaron, lo que no solo provocó un déficit de comida, sino también de ingresos por exportaciones.

La gente, desesperada, por esta y otras medidas desatinadas, salieron a las calles a protestar y terminaron por derrocar el Gobierno del presidente Gotabaya Rajapaska, quien terminó huyendo del país ante la avalancha de personas que se tomó el palacio presidencial de la nación asiática.

Así Colombia y Sri Lanka estén separados por casi 17.000 kilómetros, es claro que hay una lección muy importante que debemos atender ante lo sucedido: las medidas tomadas sin ningún rigor científico y apoyadas simplemente en la espera del aplauso general, no traen buenos resultados.

Una decisión de la magnitud de la que tomó Sri Lanka necesita ser estudiada a fondo. Además, esa concepción de destruir todo lo que se ha construido para comenzar de ceros por un simple capricho populista, y desconociendo de paso el camino que ya se ha transitado, nunca generará buenos resultados. Los líderes que trabajan sobre lo que ya se ha avanzado son aquellos que de verdad priorizan el bien colectivo, antes de su ego personal.

Así las cosas, es importante que en Colombia aprendamos de la dolorosa lección de Sri Lanka, si queremos que nuestra agricultura desarrolle todo su potencial. Y este mensaje aplica para todos los sectores, no solo para el agro, ya que la construcción de un mejor futuro para el país pasa, sin lugar a dudas, por el estudio detallado de las medidas que se vayan a implementar.