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Una selección natural

Por - 21 de Febrero 2019

Antes de finalizar 2018 escribí acerca de los buques que venían del norte cargados con leche y derivados lácteos y que solo esperaban a que fuera 1 de enero de 2019 para iniciar su desembarco libre de aranceles de acuerdo a lo que permiten diferentes Tratados de Libre Comercio.

Con el ritmo de importaciones que se preveía, teniendo como fundamento la fuerte sequía que llegaba, la expectativa era que los cupos se agotarían rápidamente. Y efectivamente eso ocurrió, pues de 10.718 toneladas de leche en polvo que pueden ingresar en 2019 desde Estados Unidos libres de aranceles, con solo 50 días de transcurrido el año, ya entraron al país 9.749 toneladas, es decir el 91 %.   La situación no ha sido diferente de la leche en polvo proveniente desde la Unión Europea a pesar que ha tenido una dinámica más lenta. En el mismo lapso, de 6.400 toneladas de leche en polvo con posibilidad de ingresar a Colombia en 2019 bajo esa misma condición, lo han hecho 3.314, un agotamiento del 51 %.   Diferentes personas pueden pensar: se agotan los cupos y no habrá más opción que la industria compre la leche local. Claro, eso hoy. Pero, ¿qué pasará entre 2024 y 2027 cuando ya no hablemos del cupo del año sino de un libre comercio pleno, sin aranceles y sin contingentes, al menos en el tema lácteo?   Son tan solo cinco años hacia adelante, en donde la experiencia muestra que no se verán grandes cambios estructurales para el sector, al menos hablando de sus condiciones macro. Sin embargo, sí puede resultar el tiempo justo para que usted haga los ajustes productivos y de modernización necesarios para que las crecientes importaciones no afecten a su empresa ganadera. Sin duda, esto implica tener como opciones quedarse y competir o cambiar de actividad agropecuaria o económica.   Bien vale la pena recordar que en 1994 cuando inició el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en ingles), México contaba con 183 mil ganaderos, mientras que 20 años después solo ejercían la actividad 32 mil productores. Sin embargo su hato ganadero permaneció estable y la producción de leche mantuvo una senda creciente.   Situación no diferente fue la de Chile que contaba con poco más de 22 mil productores al finalizar la década de los 90, y luego de sus mayores procesos de apertura arancelaria e integración internacional quedaron solo 12 mil, pero pasando de ser un gran importador de leche y sus derivados a un interesante exportador.   El mensaje al que trato de llegar es que con nuestro libre comercio lechero, que inicia en 5 años, muchos de los actual 320 mil productores saldrán del mercado por razones de eficiencia y competitividad. ¿Cuantos quedarán?   Los casos de México y Chile indican que nuestro sector no desaparecerá, pero sí como en la Teoría de la Evolución de las Especies habrá una selección natural en donde solo sobrevivirán los más fuertes y mejor adaptados a las nuevas condiciones del entorno. ¿Será usted uno d ellos, se está adaptando a los nuevos ambientes? No dejemos todo para 2024.