En la XIX Gira Técnica Nacional Ganadera 2025, más de 400 productores visitan fincas modelos en Cesar y Magdalena para conocer experiencias productivas exitosas. La primera jornada comienza en Ganadería El Triunfo y sigue en Hacienda El Burro, con aprendizajes en genética, manejo eficiente y sostenibilidad.
Los participantes de la Gira Técnica Ganadera 2025 dan hoy el primer paso de un recorrido que promete mucho más que aprender sobre ganado, sino que es una inmersión en los modelos productivos que están marcando la diferencia.
Desde la genética hasta la sostenibilidad, el Cesar se convierte por unos días en el epicentro de las ideas que están redefiniendo el futuro del campo.
La primera parada del recorrido es la Ganadería El Triunfo, una finca que ha sabido combinar la tradición ganadera con la más alta genética del país. (Lea en CONtexto ganadero: Estas perlas ganaderas del Cesar y Magdalena harán parte de la Gira Técnica Nacional 2025)
Bajo la batuta de Alfredo José Villazón Gutiérrez, expresidente de Asocebú, la empresa ha cosechado reconocimiento nacional, consolidándose como un referente del brahman puro gracias a sus múltiples campeonatos en ferias ganaderas, incluido Agroexpo 2025.
“Este tipo de premiaciones es un incentivo para mí y para las nuevas generaciones que quieran trabajar con ganados cebuinos, especialmente la raza brahman”, reconoció Villazón.
Es por esto que para el ganadero, la visión de la ganadería El Triunfo se basa en constancia, mejoramiento genético y selección rigurosa.
En sus palabras, “lo importante es buscar que los ganados sean funcionales, productivos, eficientes y con muy buena fertilidad, esa es la base de todo en la raza brahman”.
Con un sistema integral que abarca cría, levante y ceba, El Triunfo no solo demuestra resultados en pista, sino también en productividad y eficiencia dentro del hato. Es un ejemplo de cómo la genética de calidad no está reñida con la rentabilidad económica, sino que la potencia.
El Burro: genética, sostenibilidad y familia
A pocos kilómetros de distancia, la Hacienda El Burro recibe hoy a los ganaderos con una historia distinta, pero igualmente poderosa. En esta finca, el conocimiento técnico se mezcla con una narrativa profundamente familiar.
Su propietario, Hermes Solano, ha convertido un legado heredado de sus padres en una empresa ganadera moderna, reconocida por su enfoque en genética de alta productividad y manejo sostenible.
Según Solano, “la finca es un regalo que nos dejaron mis padres. Mi papá le llamaba ‘el burro’ a esta zona, por eso decidimos mantener el nombre. Hoy, con más de 90 años de historia, estamos en la tercera generación”.
Su trabajo se basa en números, indicadores claros y selección estricta, pues las vacas que no cumplen los parámetros salen del sistema, sin importar su raza o color.
Entre sus logros más destacados está su toro estrella “Chocolate”, descendiente de la vaca recordista Adela y del toro brasilero Cabo.
“Desde que nació me enamoré de él. Ya tengo su primera hija produciendo 7 litros diarios solo con pasto”, manifestó Solano. (Lea en CONtexto ganadero: Hacienda El Burro revela su fórmula de ganadería sostenible en la Gira Nacional 2025)
Esto demuestra que su hato guzerá está formado por ejemplares con linajes probados, y su meta es lograr una identidad genética sólida y funcional.
Además, El Burro integra prácticas sostenibles en su operación diaria. El sistema de rotación de potreros, el uso de especies nativas y una carga animal eficiente han permitido alcanzar hasta seis animales por hectárea.
Con intervalos entre partos de 14 meses y una producción lechera promedio de 5,6 litros diarios por vaca, el modelo demuestra que rentabilidad y sostenibilidad pueden ir de la mano.
Una misma dirección
A pesar de sus diferencias de estilo y enfoque, tanto El Triunfo como Hacienda El Burro coinciden en que la ganadería del futuro requiere técnica, pasión y visión. Esta gira permite a los productores conocer no solo los resultados, sino también los procesos, errores y aprendizajes que han construido estos modelos de éxito.
La presencia de más de 400 ganaderos en esta edición refleja el creciente interés por transformar la actividad ganadera desde la base.
Más que un recorrido, esta gira es un espacio de unión en torno a la ganadería, donde el aprendizaje colectivo impulsa al sector hacia un futuro más sólido y prometedor.