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Ordeño de ganado.

Foto: Fedegán.

cronica

De la cantina al vaso, así se produce la leche que usted se toma

por: - 31 de Diciembre 1969


Son las 4:00 de la mañana, el clima cálido de la costa caribe hace que la madrugada sea menos complicada y la naturaleza que rodea a Sabanas de San Ángel en el departamento del Magdalena empieza a despertar. Así comienza el día para Gabriel Simanca, oriundo del departamento, de 25 años y quien hace 3 se dedica al ordeño de vacas y a la mayordomía de fincas.

En nuestro país se producen cerca de 7.000 millones de litros de leche al año gracias a cerca de 400.000 ganaderos que tienen en la lechería su forma de vida. Cerca del 10% del total de la leche que se produce en el país es dedicada al consumo interno de la finca, el 46% es usado por la gran industria láctea y el 44% restante es usado para elaborar productos derivados de la leche, según cifras de Fedegán.

La mañana tibia acompaña a Gabriel mientras empieza a preparar al ganado de su patrón, “lo primero que hacemos es sacar a los terneros y llevar a las vacas a los corrales, las acomodamos y empezamos el ordeño, que es con paciencia y cuidado, para no ir a lastimar al animal”, cuenta el entusiasta ordeñador.

Tras el esfuerzo que hace tanto el ordeñador como el animal, procedimiento que dura cerca de 20 minutos, la vaca es alimentada con un kilo de concentrado mezclado con sales y nutrientes.

“Muchas veces les damos semillas de algodón, el producto que compra el patrón para que los animales den buena leche; recogemos la leche y claro, también me toca limpiar y desinfectar bien los pezones de la vaca, recoger y lavar todo el lugar para que el corral donde hacemos el ordeño se mantenga en óptimas condiciones, mientras que la leche la depositamos en varias cantinas”, explica Simanca sobre todo el proceso.

Uno de los grandes secretos del ordeño es la buena mano a la hora de

apretar los pezones. Foto: Archivo particular.

Cada vaca, según comenta el ordeñador produce cerca de 8 litros al día, luego de dos ordeños, uno en la mañana y uno en la tarde, en el cual se repite el mismo procedimiento que hizo en las primeras horas del día.

Luego de los ordeños las vacas son alimentadas y vuelven a pastar, así se preparan para un día más de extracción de leche, mientras tanto, Gabriel se dedica a limpiar la maleza, cuidar las cercas, vigilar a los animales, y esperar a que llegue el camión que recoge la leche. “Aquí vienen todas las mañanas unos señores de Parmalat a recoger la leche que produce esta y las demás fincas de la zona, ellos pagan $900 por litro”.

Muchos rumores se escuchan frente al sabor de la leche recién ordeñada, muchos dicen que hace daño, otros que es deliciosa, unos más aseguran que tiene bacterias, sin embargo, un experto como lo es Gabriel Simanca, sostiene que “tomar leche luego de ser ordeñada es delicioso, si uno no está acostumbrado si hace daño, pero no hay nada como tomarla luego de ser ordeñada, es la más pura”.

“Mi rutina termina tipo 6 de la tarde tras el último ordeño, después de eso me dedico a pasar tiempo con mi hija de 5 años, quien ahora que está en vacaciones se la pasa con los animales y aprendiendo de esta vida con la que soy feliz”, puntualizó el ordeñador.

Tras todas las labores del ordeño, como las narradas por Simanca, el lácteo es procesado en varias empresas, dependiendo de la zona del país, para que así llegue a cualquier mesa de Colombia.