En el mes del padre, desde CONtexto ganadero exaltamos la labor de Rodrigo Botero, médico veterinario zootecnista y líder del Tecnigán de Fedegán-FNG en el Eje Cafetero, quien combina su vocación ganadera con el rol más desafiante y hermoso de su vida: ser papá de Victoria Botero García, su pequeña de cinco años.
Para Rodrigo, la paternidad llegó como una revolución emocional. Entre jornadas extensas en el campo, videollamadas y tareas escolares, ha logrado crear una conexión única con su hija, enseñándole a través del ejemplo el valor del esfuerzo, la humildad y el amor por el campo.
Transformación para siempre
Convertirse en padre fue una experiencia que cambió la vida de Rodrigo Botero para siempre. “Es una experiencia que transforma, llena de emociones y muchos nuevos desafíos. A pesar de ser planeado, nunca se está preparado del todo”, confiesa. Aunque al principio sintió miedo e incertidumbre, la llegada de su hija Victoria se convirtió en un vínculo mágico: “Ser padre de una niña es algo especial, es tu princesa y será tu princesa para toda la vida”.
Cada recuerdo de esos primeros años está lleno de ternura. Para Rodrigo, hay momentos imborrables como escucharla decir “papá” por primera vez o verla dar sus primeros pasos. “Despertar y ver su hermoso rostro es algo que queda para siempre en la mente y el corazón”, recuerda con emoción.
Orgulloso, Rodrigo Botero nos presenta a su pequeña de cinco años de vida, Victoria Botero García. Foto: Cortesía
Entre el campo y el hogar
El trabajo de un secretario técnico de Fedegán-FNG es exigente. Rodrigo lo sabe bien. Su rutina incluye jornadas en fincas, visitas técnicas, seguimiento de animales y asesoría constante a ganaderos. Sin embargo, procura aprovechar cada instante en casa para compartir con su hija.
“Debemos aprovechar los momentos que compartimos siempre con calidad. Escucharla, jugar, ayudarle con sus tareas o salir juntos”, cuenta.
Incluso ha logrado vincularla a sus actividades profesionales, generando en ella un amor por el campo y los animales. Cuando no está presente físicamente, procura mantener el contacto mediante llamadas y videollamadas: “Lo importante es que note que estoy ahí”.
Para Rodrigo, hay momentos imborrables como escucharla decir “papá” por primera vez. Foto: Cortesía
Valores y ejemplo
Para Rodrigo, ser padre también significa formar a su hija con principios sólidos. “Inculcar valores como la humildad, la honestidad y el respeto es esencial”, afirma. Desde su experiencia en el campo ha aprendido que los desafíos hacen parte de la vida, y es ese mismo mensaje el que quiere dejarle a su hija: que todo sueño es alcanzable con determinación.
Recuerda con especial gratitud el nacimiento de su hija durante el año 2020, en plena pandemia. Fue un periodo difícil, lleno de incertidumbre y miedo, pero al ver a su hija sana todo cobró sentido. “Fue la satisfacción más grande. En ese momento se convierte en el amor de tus ojos”.
Ser padre
La crianza en estos tiempos no es igual que antes. Rodrigo reconoce que la tecnología ha transformado la forma en que se educa, pero también ha abierto oportunidades. “Como padres debemos saber dar buen uso a las tecnologías, y enseñar a manejar las emociones, promoviendo la solidaridad y el compromiso con los demás”.
Para él, el mayor legado que espera dejarle a su hija es el amor incondicional. “Solo quiero que me recuerde por la dedicación y las enseñanzas que le dejé, por las risas, los juegos y los valores que le transmití. Espero que el ejemplo haya sido el mejor”.
CONtexto ganadero celebra este mes del padre destacando historias como la de Rodrigo Botero, que representan la vocación del campo con una paternidad presente, amorosa y llena de valores. (Lea en CONtexto ganadero: "La ganadería me ha enseñado mucho y eso lo he llevado a mi casa": relato de un papá de Fedegán)
El trabajo de un secretario técnico de Fedegán-FNG es exigente. Rodrigo lo sabe bien, por eso, procura aprovechar cada instante para compartir con su hija. Foto: Cortesía