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Lo que esta finca hace con búfalos está impactando a un continente

Melanny Orozco 09 de Diciembre 2025
Una historia llena de búfalosFoto: instagram.com/haciendafortaleza/Así nació una filosofía relacionada con que el búfalo no era solo un animal robusto para poblar tierras, sino un proyecto de mejora genética que requería disciplina, registro y compromiso.

Un emprendimiento iniciado en 1998 se transformó en pilar genético y social de la ganadería bufalina. A través de una visión de organización, cooperación gremial e innovación genética, Hacienda Fortaleza se convirtió en proveedor de genética no sólo en Colombia, sino en varios países de América Latina, marcando un antes y un después en la cría de búfalos.


En 1998, en un rincón ganadero de Córdoba, nació la idea de criar búfalos. Pero lo que comenzó como una apuesta familiar guiada por la sugerencia de su hermano, se convirtió, de la mano de Claudia Patricia Roldán, en una iniciativa pionera que cambiaría el rumbo del sector bufalino nacional. Hoy, Hacienda Fortaleza figura como una de las principales bases genéticas de búfalos en Latinoamérica. (Lea en CONtexto ganadero: El búfalo, la joya productiva que complementa y fortalece la ganadería en Colombia)

Cuando en Colombia ya existían búfalos, la cría bufalina carecía de organización, control genético o datos confiables. La mayoría simplemente los usaba para poblar tierras, por eso fue así como Claudia Patricia Roldán, con formación en derecho, decidió apostar por este camino, animada por la experiencia de su hermano en una finca bufalera.

Sin embargo, pronto se topó con el problema que no había reproductores con información y trazabilidad, pues no se llevaba genealogías.

La motivación de encontrar ejemplares con información, la llevó en 2001, al congreso mundial de búfalos en Venezuela. Allí visitó varias fincas, hasta encontrar una bufalera organizada, con buenos resultados. Fue esa experiencia la que la convenció que los búfalos podían ser mucho más que animales de poblamiento. Con esa convicción importó 200 hembras y 50 reproductores, no sólo para su finca sino para ofrecerlos a otros criadores en Colombia.

Así nació una filosofía relacionada con que el búfalo no era solo un animal robusto para poblar tierras, sino un proyecto de mejora genética que requería disciplina, registro y compromiso.


Estructura genética


En una época en la que muchos criadores creían que “el búfalo todo lo tenía ya bueno”, Roldán se atrevió a cuestionarlo. Aunque no es genetista ni veterinaria, observó que en otras especies los cruzamientos conducían a mejoras, aumento de peso o de producción. Esa intuición la llevó a convertir a Hacienda Fortaleza en pionera en genética con respaldo.

Hoy, tras más de 27 años, la finca no solo tiene genealogías completas, sino que evalúa cada ejemplar con pruebas modernas como controles lecheros, análisis individual de grasa y proteína, y acompañamiento de instituciones académicas.

Gracias a ese rigor, Hacienda Fortaleza ha proveído genética no solo en Colombia, sino también en Venezuela, Argentina, Paraguay, Perú, Costa Rica y Ecuador, convirtiéndose así, en pionera en exportar material seminal e iniciar proyectos de genotipificación y genómica en la raza murrah.

En un país donde la ganadería bufalina ha crecido vertiginosamente, registrándose más de 579.000 cabezas en 2024 y consolidándose como opción rentable frente al ganado vacuno, ese enfoque genético y organizado marca la diferencia.


Compromiso gremial


Para Roldán, el éxito no depende de una sola finca, sino del fortalecimiento colectivo. “Sin gremio no hay producción”, afirmó. Hacienda Fortaleza abrió sus líneas genéticas a quienes quisieran invertir, ofreció semen, ejemplares vivos, facilidades de pago y descuentos, incluso a quienes no podían acceder con facilidad.

Ese espíritu de cooperación ha logrado que productores con pocas cabezas, ubicados en zonas apartadas, puedan mejorar su stock genético. “Para mí es tan importante el pequeño como el grande”, aseguró Roldán, subrayando su compromiso con la equidad en el acceso a genética de calidad y asesoría técnica.

El respaldo constante a ferias nacionales y la presencia como “casa matriz” del movimiento bufalino le dan a Hacienda Fortaleza un rol clave en la visibilidad y profesionalización del sector. (Lea en CONtexto ganadero: El búfalo toma fuerza en Colombia: cifras y razones del auge)

Aunque la finca no procesa derivados de leche ni carne, entiende que la genética por sí sola no es suficiente. “De nada me sirve vender ejemplares si su leche o carne no se va a posicionar”, expuso Roldán. Por eso, promueven la cadena completa, desde el mejoramiento genético hasta la producción, comercialización y consumo.

La ganadería bufalina ya demuestra ventajas claras con animales adaptados a terrenos difíciles, resistencia, eficiencia alimenticia y productos lácteos y cárnicos con buena demanda. Hacienda Fortaleza apuesta a que todos los eslabones funcionen criadores, procesadores, comercializadores y consumidores.

El reto, según Roldán, está en ampliar la evaluación genómica a más productores, institucionalizar controles y fomentar un trabajo colectivo. Si bien Hacienda Fortaleza ya es referente, considera que el sector solo consolidará su real potencial si más fincas adoptan estándares de genética, calidad y manejo responsable.

En su visión, solo mediante la colaboración, la formación y la apertura, el búfalo podrá cumplir su promesa, convertir tierras marginales en riqueza productiva, fomentar economías locales y brindar oportunidades reales de desarrollo rural.


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