Pedro Ospina, ingeniero agrónomo y creador del proyecto 100_Campo, cuenta cómo pasó de tener pena frente a una cámara a ser inspiración del agro en redes sociales, con más de 76 mil seguidores y un mensaje claro: enseñar y dignificar el campo colombiano.
Pedro Ospina no empezó queriendo ser famoso, todo lo contrario. Tenía pena de mostrar su cara.
Su cuenta de Instagram, @100_Campo, nació en plena pandemia, sin selfies, sin videos, solo con fotos de otros campesinos y frases bonitas que celebraban la vida rural. Lo que parecía un pasatiempo, terminó siendo el inicio de una carrera como creador de contenido con impacto.
“Todo empezó cuando estábamos en pandemia. Creé una marca de ropa para los amantes del campo. Por ejemplo, un buzo con la imagen de una mula hermosa”, señaló.
Ese primer paso fue clave para conectar con un público que sentía orgullo por sus raíces. (Lea en CONtexto ganadero: Qué es ser agroinfluencer y por qué las redes sociales son una herramienta aliada para los ganaderos)
“Desde el principio yo tenía claro que no quería hacer contenido solo por ser viral; quería hacer contenido que enseñara, que el día de mañana mis hijos pudieran sentirse orgullosos y dijeran: ‘Estos son los hijos del man de 100% Campo’” aseguró.
Luchar contra el miedo y los prejuicios
Superar el miedo a la cámara no fue fácil. Pedro no solo enfrentaba la timidez, también cargaba con una condición de piel llamada vitiligo, pero decidió que nada de eso lo detendría. Hoy en día, su rostro es parte del mensaje: ser auténtico y no dejarse definir por apariencias.
“Lo más difícil al principio fue perderle el miedo a las cámaras, tener la autoestima suficiente para salir y aceptar que, si uno quedó feo, gordo, bajito o con cualquier etiqueta que se imagine, igual hay que sacarlo porque lo importante es que estoy enseñando algo”.
Pedro aprendió que romper ese miedo inicial era clave. Y aunque al comienzo hubo burlas, el respeto llegó con los logros. Hoy es embajador de marcas como Nitrosoil y ha sido nominado tres veces a los InstaFest, premios que reconocen a los mejores creadores de contenido en Instagram.
Aquí está Pedro Daniel en un evento de mulas de silla. Foto: Instagram 100_campo
Enseñar desde la emoción
Más allá de hablar de cultivos y técnicas agrícolas, Pedro conecta desde lo humano. Sus videos cuentan historias, muchas veces conmovedoras. Como aquella vez que ayudó a cumplir el sueño de una campesina: conocer el mar.
“Hay videos que me han marcado, como cuando cumplimos el sueño de una campesina llevándola a conocer el mar. Son cosas que uno, en el día a día, da por sentadas… pero para otras personas son experiencias increíbles”.
Además, Pedro ya ha sido inspiración para otros jóvenes. En Agroexpo, niños que sueñan con el campo se le acercan, le piden fotos y le cuentan que estudiarán agronomía gracias a él.
“Eso me parece hermoso porque es como el pago al buen contenido que hago”, reconoció.
Entre la finca y los likes
Pedro no vive solo de las redes. Sigue vinculado directamente al agro, administrando una finca arrocera en el norte del Tolima.
“Mi familia siempre ha estado vinculada al agro. Gracias a eso se financiaron mis estudios”, aseguró. Hoy, divide su tiempo entre la finca, su contenido en redes y su familia. Tiene tres hijos y, para él, todo gira en torno a enseñarles el valor del campo con el ejemplo.
Con más de 76 mil seguidores en Instagram, Pedro Ospina se ha convertido en una voz inspiradora del agro colombiano. Su historia es prueba de que el campo también se transforma con creatividad y tecnología.