logoHeader
Agricultura familiar

Foto: Cortesía.

economia

9 de 11 millones de colombianos que viven en el campo son pobres

por: - 31 de Diciembre 1969

Esta cifra equivale al 80 % de la población que trabaja en el sector rural, según un estudio realizado por la Universidad de La Salle. Expertos consideran que este panorama tuvo inicio en la década de los 90 cuando se dio la apertura económica en Colombia.

Esta cifra equivale al 80 % de la población que trabaja en el sector rural, según un estudio realizado por la Universidad de La Salle. Expertos consideran que este panorama tuvo inicio en la década de los 90 cuando se dio la apertura económica en Colombia.

De acuerdo con Wilson Vergara, docente de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de La Salle, entre las diferentes definiciones que se han planteado, se puede entender a la Agricultura Familiar, AF, como un sistema de producción, en el que se desarrollan actividades agrícolas y no agrícolas, ya sea dentro o fuera de la Unidad Productiva, donde la propiedad, la gestión y el trabajo son predominantemente familiares. Produce tanto para el autoconsumo como para el mercado. La fuerza de trabajo la aporta principalmente la familia, empleándose ocasionalmente mano de obra contratada, y los ingresos provienen principalmente de las actividades agropecuarias

“Los procesos de globalización que imperaban en América Latina a finales de la década de los 90 derivaron en la implementación de reformas que tendían a reducir o a eliminar las ayudas a los productores de la AF. De este modo la apertura de mercados favoreció a los agricultores capitalistas que poseían más tierra, capital financiero e información especializada, ampliando la brecha con la AF. En la década del año 2000, sin embargo, se comenzó a prestar mayor atención a este sector, que no obstante los impactos del sistema capitalista persistían, exhibiendo grandes fortalezas”, explicó Vergara. (Lea: Buscan saber si colombianos comen lo quieren o lo que les toca)

Por su parte, Darío Fajardo, consultor del Programa de Naciones Unidas, PNUD, indicó que hasta 1989 el país era autosuficiente en cuanto a la producción de alimentos básicos y solo cuando se dio la apertura económica se empezaron a evidenciar los perjuicios que los acuerdos comerciales trajeron para el sector rural.

En este momento importamos la mitad de los alimentos que consumimos, es decir que ya no nos autoabastecemos; además no se pensaron en políticas que aseguraran la producción y por ende el mejoramiento de la calidad de vida de los campesinos, de ahí el porqué de las protestas agrarias”, señaló Fajardo.

Según el docente, en Colombia, de las 2 millones 2 mil 895 explotaciones agrícolas existentes, un millón 584 mil 892 pertenecen a explotaciones de Agricultura Familiar, correspondiendo al 78,4 % del total. De los 51 millones de hectáreas de uso agropecuario en Colombia, cerca de 7 millones corresponde a AF, para un promedio de 4,48 hectáreas por unidad productiva familiar. (Lea: Lo mismo con distinta firma)

“Algunos estudios señalan que la AF en Colombia produce entre el 50 % y el 60 % de los alimentos de la canasta básica y emplea al 57 % de la población rural. De los 11 millones de colombianos que viven en las zonas rurales, 9 millones pertenecen a la AF, es decir, el 80 % son pobres”, señala Vergara.

Cifras importantes

* Según Wilson Vergara, la Agricultura Familiar de Subsistencia, AFS, en la que predomina el autoconsumo, el empleo extra parcelario agrícola y no agrícola, y una tendencia a la “descomposición y asalarización”, es la de mayor predominancia en América Latina. Alrededor del 60% de las explotaciones en la región están en el segmento de AFS con una muy baja productividad, ya que solo producen el 20% del total de la producción de la AF.

* En Colombia la AFS corresponde a 79.4% del total de explotaciones en AF. Generalmente se localizan en suelos pobres de ladera, sin agua y sin acceso fácil a los mercados. (Lea: Agricultura familiar es clave para erradicar el hambre según la FAO)

* También existe la Agricultura Familiar en Transición, AFT, que posee mayores recursos agropecuarios para el autoconsumo y la venta, aunque, si bien son suficientes para la reproducción de la unidad familiar no alcanzan para generar excedentes para una reproducción ampliada. A este segmento pertenece el 28% de las explotaciones y producen el 30% del total de la AF en América Latina. En Colombia la AFT corresponde al 12.9% del total de predios de AF.

* “En el otro extremo se encuentra la Agricultura Familiar Consolidada, AFC, que dispone de un mayor potencial de recursos agropecuarios que le permiten generar excedentes para la capitalización de su vida productiva. En América Latina corresponden al 12% del total de predios de AF, los cuales responden por el 50% de la producción en AF. Llama la atención que en Colombia es tan solo el 7,7% del total de la AF. (Lea: El desafío del pequeño y mediano productor)

De acuerdo con el docente, la agricultura de subsistencia confronta dificultades aún mayores. La gran proporción de este segmento de AF es un fenómeno de exclusión que devela la ausencia del Estado y su olvido por el mundo rural. Las fallas en la estructura institucional ha favorecido la concentración de la tierra en Colombia, dejando a la gran mayoría de los productores familiares gravitando en la periferia, sin acceso a bienes públicos y desconectados de los mercados.

El año internacional de la agricultura familiar es una buena razón para reflexionar en Colombia sobre estas cifras que revelan la gran importancia del tema, más ahora con el actual proceso de paz, ya que no se puede ignorar a 9 millones de colombianos, cuyo mayor activo es su mano de obra familiar, con la que ponen en nuestra mesa el 50% de los alimentos que comemos, son responsables de una cultura invaluable y de la gestión de un patrimonio natural que son la mayor herencia para las futuras generaciones de colombianos”, concluye Vergara.