La falta de acuerdos definitivos para lograr que este convenio se convierta en un mercado con libre circulación de bienes, servicios y personas, continúa causando preocupación en sectores como, el arrocero y el porcícola.

El pasado 23 de mayo el presidente Juan Manuel Santos dijo que el 30 de julio era la fecha para la conclusión de las mesas de negociación de la séptima cumbre de la Alianza del Pacífico, con el fin de iniciar el trámite legislativo en los congresos de Chile, Perú, México y Colombia. Hasta el momento estas no se han logrado ultimar.

Uno de los gremios que desde el comienzo de las negociaciones ha expresado su inconformidad es el arrocero. Por eso, el presidente de la Federación Nacional de Arroceros, Fedearroz, Rafael Hernández Lozano, ha pedido en varias ocasiones que el sector sea excluido de la negociación, porque se puede volver a cometer el mismo error que cuando entró en vigencia el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. (Lea: SAC retira apoyo al Gobierno en negociaciones de Alianza Pacífico)

“La demora se justifica porque lo del sector agropecuario debe quedar negociado de tal manera que no cause perjuicios y además, frente a las conversaciones de paz, lo que el país quiere es un campo fortalecido y no uno debilitado por los TLC y lograrlo no es un proceso que se lleva a cabo de un día para otro”, señaló el líder gremial.

Por su parte, la Asociación Colombiana de Porcicultores, Asoporcicultores, expresó el 31 de julio, en una carta enviada al presidente Juan Manuel Santos, que la Alianza del Pacífico es una amenaza a la supervivencia de los productores de cerdo del país y que por tal razón al sector debería excluírsele de estas negociaciones. (Lea: Porcicultores insisten en que Alianza del Pacífico es una amenaza)

En la misiva Carlos Maya, presidente de Asoporcicultores, explicó las principales razones por las cuales debería estar exento el sector porcino, como las bajas condiciones sanitarias que tienen los otros países, la inexistencia de un cronograma para suspender la vacunación contra la fiebre aftosa, la apertura del mercado a países como México y Chile que inundarían al país con sus productos, son entre otros los argumentos que se esgrimen.

“Como nos manifestó el viceministro de Desarrollo Empresarial (Carlos Andrés de Hart) en la comunicación del 8 de julio, actualmente hay 16 países observadores que quieren ingresar a la Alianza, con lo cual se generalizará el desmonte de la política de protección del sector agropecuario. La entrada de varios de estos países a la Alianza del Pacífico representaría la estocada final para el sector”, afirmó Maya.

Posición con la que el sector arrocero está de acuerdo. Rafael Hernández declaró que con la inclusión posterior de países asiáticos, de Uruguay y otros más que son exportadores netos del grano, los agricultores estarían en riesgo por la falta de competencia técnica. (Lea: Alianza Pacífico: un trampolín para llegar a Asia)

Aunque el acuerdo no se ha firmado, países como Panamá y Costa Rica buscan convertirse en los primeros miembros observadores de este proceso, que aún tiene en vilo a varios sectores agropecuarios del país.