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El encadenamiento productivo en la agroindustria de la yuca

Por Luis Guillermo Altahona Buelvas - 20 de Febrero 2024

La agroindustria es una aliada con la que debemos trabajar articuladamente, con el objetivo de tener mayor desarrollo social, aumento en la formalización, comercialización y crecimiento empresarial. Sucre tiene un potencial de crecimiento inimaginable en la producción de yuca.


El Departamento de Sucre es yuquero por vocación. Desde que tengo conciencia siempre he visto grandes extensiones de tierras sembradas en yuca. Inicialmente fue yuca dulce y posteriormente se introdujo la yuca industrial o comúnmente llamada yuca amarga.

Según Agronet, que es la red de información y comunicación del sector agropecuario colombiano liderada por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el departamento de Sucre reportó para el año 2023, un total de 6500 hectáreas sembradas en yuca industrial y 16.000 hectáreas en yuca dulce.

A nivel internacional la demanda de almidón de yuca se encuentra en auge. Países de alto consumo –como Estados Unidos– suplen su demanda comprando miles de toneladas anuales a países asiáticos, los cuales se hallan mucho más distante que el nuestro.

Por su parte, Colombia aún continúa importando almidón de yuca, fécula de maíz y almidones de papa, debido a que la producción interna es insuficiente para la suplir a la industria nacional.

La comercialización de almidones está regida por el comercio internacional y ha tenido un proceso de reacomodación de precios y competitividad. Eso ha conllevado a la agroindustria a redireccionar su mercadeo con la producción de almidones modificados, de tal manera que le permitan defenderse comercialmente de los movimientos que hace el mercado.

El almidón nativo industrial es un producto que la industria nacional lo emplea como materia primera en formulas alimenticias y no alimenticias en más de 180 formulaciones. Al modificar el almidón, lo hacemos más especializado para ciertos sectores en especial para consumo humano.

La comercialización de yuca industrial se realiza de manera formal en el departamento de Sucre. Son casi ocho empresas que compran cultivos de este tipo y adicionalmente en verano los ganaderos compran yuca amarga para suplementar a las vacas.

Caso contrario ocurre con la comercialización de la yuca dulce, donde la informalidad reina y es el intermediario quien coloca el precio y se queda con altas utilidades, mientras el campesino después de un arduo trabajo en campo, a duras penas logra compensar los gastos de inversión y mantenimiento de la actividad agrícola.


La Planta de Almidones de Sucre


Hace dieciséis años —debemos reconocer— se inició un proceso de agroindustrialización de la yuca en la región Caribe con la puesta en operación de la Planta de Almidones de Sucre. Actualmente es la planta más grande de Colombia en procesamientos de yucas industriales, con un trabajo continuo 24/7, procesando diariamente 190 a 200 toneladas de yuca, permitiendo procesar las grandes extensiones de yuca amarga sembradas en la región.

La planta tiene una operación propia donde compran cultivos, procesan la yuca y producen almidón. También prestan servicio de molienda a otras industrias nacionales que participan en la comercialización de yuca en la región; trabajando en el fortalecimiento de la cadena productiva de la yuca en asocio con MADR, CIAT, Agrosavia, Unisucre y Sena, logrando estandarizar un producto.


Oferta de valor para los agricultores


Dentro del encadenamiento productivo, la ADS tiene la siguiente oferta de valor para los agricultores:

1. Profesionales visitan los predios y validan que tengan las condiciones para siembra de yuca.

2. De cumplir los requisitos, se hace un contrato a futuro, donde se garantiza la compra de toda la cosecha.

3. El productor con ese contrato, puede acceder a créditos con las diferentes entidades bancarias que han realizado convenios con la planta de almidones; financiando entre 5 a 6 millones por hectárea de yuca sembrada.

4. El productor puede beneficiarse de los subsidios de Finagro para seguros de cultivos.

5. Recibe ayuda para obtener semilla en el momento oportuno y en la calidad que requiere.

6. Descuentos en la compra de insumos, debido a las alianzas estratégicas con proveedores de insumos agropecuarios.

7. Acompañamiento mensual del equipo de profesionales agropecuarios a los cultivos.

8. Además que una vez cerca la época de cosecha, se inspecciona el cultivo, se mide el contenido de almidón de la yuca y se procede a programar cosecha y recepción de la yuca en la planta de acuerdo a los turnos de molienda que tiene la compañía.


El camino está trazado

Algunas regiones en el país se han especializado agropecuariamente. Por ejemplo, el Valle del Cauca, que era hace 50 años una despensa ganadera, hoy predominan las plantaciones de caña de azúcar; en el sur oeste antioqueño la naranja hizo un fenómeno similar; en el Magdalena y Cesar la palma africana se han combinado con actividades tradicionales de la ganadera; los Llanos orientales con el arroz y por su parte el Café es el fuerte en la zona del eje cafetero.

El camino está trazado y Sucre tiene un potencial de crecimiento inimaginable en la producción de yuca. Es necesario apoyar y concientizarnos que la agroindustria es una aliada con la que debemos trabajar articuladamente con el objetivo de tener un mayor desarrollo social, aumento en la formalización en la comercialización, crecimiento empresarial y de la productividad de los cultivos, que conllevarán a fortalecer el sector agropecuario regional.


Autor: Luis Guillermo Altahona Buelvas*, es Zootecnista con diplomados en Extensión Rural, Especialista en Nutrición Animal y magister en Ciencias Veterinarias del Trópico. Actualmente Consultor Agropecuario, docente en la Universidad de Sucre en la Facultad de Ciencias Agropecuarias y productor trashumante de ganado bajo el sistema vacuno doble propósito desde hace 11 años.*

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