logoHeader
Emergencia sanitaria en todo el país por fiebre aftosa, ICA resolución 7889 de junio de 2017, José Felix Lafaurie, ICA, CONtexto ganadero, ganadería colombia

economia

Emergencia sanitaria en todo el país por fiebre aftosa

por: - 31 de Diciembre 1969

Ayer Fedegán le informaba al país que Colombia le había ganado la batalla a la fiebre aftosa. Hoy el ICA declara la emergencia sanitaria en todo el país por la misma razón. El país ganadero no sale de su asombro. “Si para Minagricultura Iragorri era insignificante, no lo es para el ICA”, señaló el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie.

Ayer Fedegán le informaba al país que Colombia le había ganado la batalla a la fiebre aftosa. Hoy el ICA declara la emergencia sanitaria en todo el país por la misma razón. El país ganadero no sale de su asombro. “Si para Minagricultura Iragorri era insignificante, no lo es para el ICA”, señaló el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie.   Y es que con la declaratoria de la emergencia sanitaria lo que se busca es hacer en un breve lapso lo que no hizo el gobierno en su debido tiempo.   El gerente general del ICA, Luis Humberto Martínez Lacouture defiende la declaratoria de la emergencia sanitaria en todo el país señalando que la medida administrativa les permite (al ICA)  implantar una rápida reacción, reforzar los controles y establecer medidas drásticas para evitar que el virus llegue a otras regiones del país y que se aplicará sin perjuicio de otras acciones que se deban ejecutar para el control y la erradicación del foco de aftosa en Tame, Arauca.   Emergencia por un año   La emergencia sanitaria es para todo el territorio nacional por un término de un (1) año, contado a partir de la fecha, por la presencia de la enfermedad de fiebre aftosa tipo “O” en el municipio de Tame, Arauca.   Se oficializó a través de la resolución 7889 de junio de 2017.   Durante este tiempo se podrán aplicar las siguientes medidas sanitarias:   - Declaración de cuarentena de cualquier zona que se encuentre afectada por la presencia de la enfermedad, las cuales podrán ser ampliadas según los resultados de laboratorio y evolución de la investigación epidemiológica que se adelante, hasta cuando el ICA compruebe que han desaparecido las causas que generaron esta medida.   - Sacrificio y disposición final de los animales positivos a la enfermedad y animales que hayan tenido contacto con los enfermos, según criterio técnico del ICA.   - Restricción a la movilización de bovinos, bufalinos, porcinos, caprinos, otras especies de rumiantes susceptibles a la enfermedad, productos y materiales de riesgo para la difusión de la fiebre aftosa, dentro, desde, y hacia aquellas zonas del país que se encuentren afectadas por la presencia de la enfermedad.   Nótese que no habla nada sobre trazabilidad, ni de guías de movilización ni de las zonas de alta vigilancia. En un año se acabará con todo lo construido en 20 años y los logros alcanzados en la búsqueda y consolidación de mercados externos. No se necesita ser experto financiero para deducir las grandes pérdidas que tendrán los ganaderos, ni que decir del retroceso de la actividad, porque sus impactos van mucho, pero mucho más allá de un año.   ¿Quién responde?   Unas pocas horas antes, Lafaurie Rivera, en su columna semanal puso el dedo en la llaga sobre las responsabilidades.   Señaló que la la Fiebre Aftosa vuelve a amenazar a la ganadería después de su erradicación en 2009, gracias a un Programa Nacional operado entre 1997 y 2015 por el Fondo Nacional del Ganado administrado por FEDEGÁN, conjuntamente con el Ministerio de Agricultura y el ICA, hasta que el gobierno Santos la desbarató abruptamente en diciembre de 2015.   Advierte que ese nuevo estatus se convierte para la ganadería colombiana en una barrera paraarancelaria al comercio internacional de carne y leche, del cual están excluidos los “países aftosos”, sin contar con su impacto en la productividad de esta actividad productiva   Para el presidente de Fedegán,  cuando el Gobierno le entregó esa función al ICA se relajaron los controles, se corrompió el sistema y al amparo del desorden crecieron el abigeato y el contrabando. Pero lo más grave es que se improvisó.   Con esto el país perdió 8 años de continuidad sin la ocurrencia de brotes de aftosa en el territorio nacional, y con ellos cualquier avance en los procesos de admisibilidad a Estados Unidos y la Unión Europea, y la certificación de país libre con vacunación que era un verdadero patrimonio de la ganadería.   Hasta hoy van 300 animales sacrificados; 200 millones de dólares perdidos en exportaciones y el hato nacional amenazado.   En el entretanto el gobierno intenta “feriar” el manejo de los fondos parafiscales, entre un grupo de proponentes que no tienen experticia en el tema pero que le celebran todo.