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Olga Durán, una criadora que rompió barreras y creó una fábrica genética de caballos de élite

Melanny Orozco 07 de Noviembre 2025
Olga Durán, la mujer que se entregó a los frisones y hoy es reconocida a nivel internacionalFoto: instagram.com/santaluciacriaderoHoy, Olga Durán lidera uno de los criaderos más representativos del continente, especializado en las razas frisón y gitano.

Una infancia marcada por el sueño de una manada de caballos negros hoy se traduce en la empresa que lidera la crianza, genética y exportación de razas frisón y gitano en Latinoamérica. Con más de 20 años en el sector, su fundadora ha roto barreras de género y apuesta por el valor social de su proyecto.


Cuando Olga Durán decidió no seguir el camino empresarial de su familia para dedicarse a los caballos, muchos pensaron que era una locura. En un entorno donde el mundo equino era considerado terreno exclusivo de hombres y donde criar equinos no parecía una opción rentable, su elección rompía con todo.

Pero lejos de retroceder, Olga apostó por su instinto, una pasión que la acompañaba desde niña, y construyó su vida sobre la constancia, el conocimiento y la fe. (Lea en CONtexto ganadero: 7 tipos de caballos con los colores más atractivos)

Olga Durán no solo creció con una sensibilidad especial por los animales, sino con una visión de una manada de caballos negros que corría hacia ella en un campo abierto. A los 12 años, en Cartagena, tuvo su primer contacto real con la equitación, y desde entonces no hubo marcha atrás.

Años después, esa visión casi profética se convirtió en el núcleo de su vida profesional. Hoy lidera uno de los criaderos más representativos del continente, especializado en las razas frisón y gitano.

De la silla de montar pasó a la silla de oficina sin abandonar jamás la esencia del campo. Como jinete profesional, entendió la importancia de conocer cada animal en profundidad, y ese conocimiento se tradujo en una ventaja competitiva a la hora de criar y vender.

Al ver la falta de oferta de estas razas en Colombia, decidió importarlas, promocionarlas y educar al mercado. Lo que comenzó con un camión visitando ferias hoy es una fábrica genética que abastece criaderos en Colombia, Centroamérica y Florida.

Contrario a quienes afirman que tener un caballo es un lujo sin retorno, Durán demostró que sí es posible construir una empresa rentable a partir de la crianza de estos ejemplares.

En ese sentido, no solo vende ejemplares y embriones de alta genética, también asesora proyectos de nuevos emprendedores y ofrece planes de financiamiento. Gracias a esto, muchas personas que veían imposible tener un frisón o un gitano hoy pueden cumplir ese sueño sin sacrificar calidad ni salud en los animales.


Mundo de hombres


Desde el inicio, el camino no fue sencillo, pues el mundo ganadero y equino sigue siendo, en muchos espacios, conservador y masculino. Sin embargo, Durán encontró más apertura entre los hombres que entre las propias mujeres del medio.

Su ética, conocimiento técnico y resultados la posicionaron como una voz respetada, incluso entre criadores mexicanos reconocidos por su tradicionalismo. En sus palabras, “cuando tú das resultados, el respeto llega solo”.


Genética y responsabilidad social


Uno de los pilares de su éxito ha sido su enfoque ético en la reproducción, pues Durán no vende semen indiscriminadamente ni realiza cruces sin evaluación previa. Analiza con detenimiento los antecedentes genéticos y morfológicos de cada ejemplar, para asegurar crías sanas y funcionales.

Su experiencia en Holanda y México, con criadores de generaciones, le ha dado las herramientas para lograrlo y para darse a conocer a nivel internacional.

En ese sentido, más allá de la empresa, su trabajo tiene un componente social profundo. Fundó “Saltos de Fe y Esperanza”, una iniciativa que lleva bienestar y formación a niños en situación de vulnerabilidad en Cartagena.

Esta empresaria cree firmemente que los caballos son sanadores, y quiere compartir con otros la felicidad que ellos le han brindado a ella. También apoya a jóvenes emprendedores con orientación técnica y herramientas de acceso.


Tropiezos y futuro


Como toda historia de éxito, la suya está marcada por duros aprendizajes que van desde malas decisiones en compras hasta traiciones de personas cercanas.

Durán ha enfrentado la deslealtad y la competencia desleal con resiliencia, pero en lugar de rendirse, cada golpe fue una oportunidad para reinventarse y crecer. Como ella misma dijo, “gracias a quienes me cerraron puertas, hoy abrí las mías más grandes”.

Aunque el nombre de Olga Durán ya tiene peso propio en el sector equino, su trabajo no se detiene. En camino está su nuevo proyecto relacionado con el mundo ecuestre. (Lea en CONtexto ganadero: Razas de caballos de tiro pesado se toman la Feria de las Colonias)

También planea nuevas alianzas internacionales y expansión digital de su plataforma “Expoventa”, que conecta compradores con ejemplares de alto nivel a precios asequibles.


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