Desmintiendo ‘fake news’ de la ganadería
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‘Fake news’ de la ganadería: No coma cuento. Aquí desmentimos la primera

Por - 08 de Marzo 2023

Sin bases claras se le ha creado una reputación muy dañina a la ganadería, por lo tanto a los ganaderos. Estas dan la vuelta al mundo y cada día llegan a más personas que las aceptan y repiten. Aquí le contamos por qué no creer en estas.


Sin bases claras se le ha creado una reputación muy dañina a la ganadería, por lo tanto a los ganaderos. Estas dan la vuelta al mundo y cada día llegan a más personas que las aceptan y repiten. Aquí le contamos por qué no creer en estas.

Jacobo Feijoo, ingeniero de Montes por la Universidad Politécnica de Madrid y responsable de Desarrollo Rural de Unións Agrarias, explica en una investigación que en los últimos tiempos los ganaderos están asistiendo con incredulidad a una campaña de linchamiento de su actividad ante la opinión pública, en donde se van en contra de la producción de leche y carne. (Lea: La culpa no es de la vaca. El precio de leche)

Para sustituir estos alimentos, a nivel mundial están apareciendo distintos derivados y productos veganos. Este fenómeno sigue moviendo millones de dólares/euros debido a que están insistiéndole al consumidor que la actividad ganadera es dañina.

El profesional dice que, aunque en esta campaña se mezclan mensajes tendenciosos y medias verdades, hay una de estas que se destaca, al aludir a la preocupación por el cambio climático y a los daños que supuestamente estarían causando al clima las emisiones de dióxido de carbono y metano que se originan en el metabolismo del vacuno, como dice Feijoo en el portal Campogalego.

Esta acusación es insostenible desde el punto de vista científico. “Aunque no hubiera ni una sola cabeza de ganado en el planeta, la biomasa vegetal se descompondría igualmente por la acción microbiana (o el fuego) para devolver a la atmósfera dióxido de carbono y metano. Con o sin ganado, este carbono orgánico se devuelve siempre a la atmósfera con un balance neto cero”, afirma Feijoo.

Este escenario es conocido por la comunidad científica, como dice el experto, por lo que lo grave es que no se tiene en cuenta en las instituciones políticas a la hora de fijar agendas y medidas de control de emisiones a la atmósfera. Pues si esto sucediera, no se tendría la necesidad de presentar a las emisiones del metabolismo de la ganadería a la par de cualquier combustible fósil, porque las segundas tienen un efecto acumulativo de carbono a la atmósfera, las primeras no.

En palabras de Feijoo, “eso presenta ante la sociedad de forma interesadamente torcida la actividad de la ganadería y de los ganaderos, cuyo papel en la alimentación global y la conservación del entorno es insustituible y hay que reivindicar”. (Lea: Sector agropecuario pasó de ganador en la pandemia a perdedor en la postpandemia)

Dióxido de carbono CO2

Se cree que cuando se quema un combustible fósil, esta combustión si es completa producirá dióxido de carbono más agua. Esto sí que ciertamente incrementa el balance neto de dióxido de carbono en la atmósfera, pues carbono que no estaba en la atmósfera, sino en la corteza terrestre como carbón, petróleo o gas, pasa a la atmósfera tras su combustión en forma de dióxido de carbono gaseoso.

Cualquier dióxido de carbono que pueda emitir el metabolismo de una res procede de la degradación química de un alimento que previamente ha ingerido este animal en su dieta, por lo que Feijoo se pregunta, “¿y de dónde procedía este alimento? De un vegetal. ¿y de dónde obtuvo el vegetal el carbono que pasó al animal en forma de alimento? Pues procedía de la atmósfera, de donde fue captado por la fotosíntesis”.

La actividad metabólica del animal, por tanto, no hace más que devolver a la atmósfera lo que previamente la planta había quitado de ella, en un circuito cerrado de balance neto cero. Lo mismo vale para el carbono que es emitido a la atmósfera en la descomposición microbiana de deyecciones del ganado, pues estas no son sino restos vegetales parcialmente metabolizados. (Lea: ¿La ganadería se ha convertido en el “chivo expiatorio” para culparla de las emisiones?)

En ese sentido, es imposible que el “metabolismo de cualquier animal, o la degradación microbiana de sus deyecciones, aumenten el balance neto de la concentración de CO2 en la atmósfera: el ganado vía metabolismo, o por la degradación de sus deyecciones por los microorganismos del suelo, únicamente devuelve a la atmósfera un CO2 que ya estaba antes en ella, y de donde lo había retirado provisionalmente la fotosíntesis de la planta que le sirvió como alimento al bovino”, describe Feijoo. 

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