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Buenas prácticas ganaderas en instalaciones

Foto: Fedegán FNG

Obtener la certificación en BPG ante el ICA implica beneficios que van más allá del cumplimiento legal.

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Guía práctica para aplicar las BPG sin desgastarse y perder dinero

por: Melanny Orozco- 31 de Diciembre 1969

Lejos de ser una carga económica, las Buenas Prácticas Ganaderas pueden ser una una verdadera oportunidad de transformación para el campo colombiano. El Manual Práctico Ganadero explicó por qué esta metodología gana terreno como modelo viable y sostenible para el futuro de la ganadería.

Lejos de ser una carga económica, las Buenas Prácticas Ganaderas pueden ser una una verdadera oportunidad de transformación para el campo colombiano. El Manual Práctico Ganadero explicó por qué esta metodología gana terreno como modelo viable y sostenible para el futuro de la ganadería.


En Colombia, cada vez más ganaderos se enfrentan al dilema de modernizar sus predios bajo los criterios de las Buenas Prácticas Ganaderas (BPG) o seguir produciendo como siempre.

Ricardo Arenas Ovalle, médico veterinario especialista y presentador del Manual Práctico Ganadero, aseguró que esta decisión puede marcar la diferencia entre un negocio estancado o una empresa rentable y sostenible. Aunque muchos creen que certificarse en BPG es costoso o complicado, la realidad es otra.

Las BPG son un conjunto de normas técnicas enfocadas en mejorar la productividad del sector bovino, reducir los riesgos de contaminación, proteger el bienestar animal y laboral, y garantizar productos sanos e inocuos. (Lea en CONtexto ganadero: BPG o Bienestar Animal: ¿en qué difieren las dos certificaciones?)

Sin embargo, más allá de su enfoque normativo, se están convirtiendo en una herramienta estratégica para el fortalecimiento empresarial del campo.

Según el Manual Práctico Ganadero, implementarlas permite asegurar alimento para el ganado durante todo el año, incluso en temporadas secas, elevar los niveles de producción, conservar los suelos y las fuentes hídricas, y reducir los costos operativos. Es decir, aplicar BPG no solo es viable, sino altamente rentable.

A pesar de sus ventajas, persiste entre muchos productores la idea de que obtener la certificación ante el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) es un proceso engorroso y económicamente inviable.

Arenas Ovalle aseguró que esto “no es del todo cierto. Muchos desisten antes de iniciar el proceso lógico que debe tener todo ganadero al modernizarse. Pero aquí estamos para demostrar que sí se puede”.

El Manual aclaró que, con un adecuado registro de actividades y la verificación progresiva de las condiciones del predio, es posible alcanzar los estándares exigidos. Las listas de chequeo están diseñadas para ser comprensibles y accesibles, tanto para productores lecheros como de carne, adaptándose al tipo de ordeño o infraestructura disponible.


Certificación como objetivo


Obtener la certificación en BPG ante el ICA implica beneficios que van más allá del cumplimiento legal. Es una carta de presentación frente al mercado y un argumento sólido para acceder a mejores condiciones comerciales.

Además, reduce la cadena de intermediarios y abre puertas a mercados internacionales donde los requisitos sanitarios y de inocuidad son más estrictos. Arenas Ovalle insistió en que se trata de “hacer las cosas bien y dejar constancia de ello”.

Colombia ha establecido una política sanitaria y de inocuidad ganadera desde hace más de una década, por eso decretos como el 1500 de 2007 para la carne y el 616 de 2006 para la leche sustentan este marco.

Sin embargo, más allá de las normas, la verdadera transformación ocurre cuando los ganaderos hacen suyo el compromiso con la sostenibilidad.

Aplicar las BPG no solo mejora la calidad de los productos, también dignifica el trabajo rural, fortalece la imagen del productos ante el consumidor y garantiza el bienestar animal en todas las etapas de la cadena productiva. (Lea en CONtexto ganadero: ICA lanzó una nueva certificación en bienestar animal. ¿Ya sabe de qué se trata?)

Finalmente, como señaló el Manual, “una finca ganadera será muy distinta después de aplicar estas prácticas sostenibles”.