Entre las enfermedades que afectan con mayor frecuencia la sanidad de la ganadería colombiana se destacan la mastitis y la anaplasmosis. Ambas patologías generan pérdidas económicas importantes y comprometen la productividad de los hatos, por lo que su conocimiento, prevención y tratamiento oportuno son fundamentales.
Ricardo J. Mesa C., M.V., Esp., MSc.
Director científico, Tecnoquímicas S.A.
División Veterinaria
Estas patologías afectan directamente la eficiencia reproductiva y lechera del hato. Su control preventivo y el uso de tratamientos específicos marcan la diferencia entre una finca rentable y una en crisis.
Mastitis
La mastitis puede presentarse en todos los climas —frío, templado y cálido—, afectando a hembras bovinas tanto en periodo de lactancia como en el denominado periodo seco. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Se acerca el fin de la mastitis? Avances en biotecnología traen esperanzas al sector ganadero)
Es una enfermedad infecciosa causada principalmente por bacterias, aunque también pueden intervenir hongos o levaduras. Las bacterias más relevantes en la infección de la glándula mamaria son: Staphylococcus aureus, Streptococcus agalactiae, Corynebacterium spp. y Mycoplasma spp.
Impacto en la producción
La mastitis se manifiesta a través de una serie de signos clínicos que incluyen alteraciones físicas, químicas y bacteriológicas en la leche, así como lesiones en el tejido de la glándula mamaria. También puede provocar pérdida de peso, inapetencia y afectar la salud reproductiva del animal, ocasionando trastornos en la presentación de celos, muerte embrionaria y abortos.
Desde el punto de vista económico, esta enfermedad reduce la producción de leche y la longevidad de las vacas, genera sanciones por conteos elevados de células somáticas o unidades formadoras de colonias, obliga al desecho de la leche infectada y representa un costo significativo en tratamientos veterinarios y pérdida de eficiencia productiva.
Prevención
La prevención se basa en una rutina de ordeño adecuada, ya que su mala ejecución es la principal causa de infección. Un aspecto clave es el manejo del periodo seco mediante el uso de antibióticos intramamarios de amplio espectro, capaces de proteger la glándula mamaria durante ocho semanas.
Tratamiento
Para el tratamiento de las vacas enfermas debe utilizarse un antibiótico que difunda eficientemente en la glándula mamaria y actúe contra las bacterias causantes. Supramicina® RTU de MK® Salud Animal, compuesta por espiramicina, es un antimicrobiano con acción bacteriostática y bactericida. Su alta afinidad por los tejidos mamarios le permite actuar intracelularmente y penetrar en los macrófagos, prolongando su efecto. Se recomienda aplicar dos dosis con un intervalo de 48 horas por vía intramuscular.
Anaplasmosis
La anaplasmosis se presenta principalmente en animales que habitan climas templados y cálidos, tanto machos como hembras, especialmente en animales de levante y adultos.
Es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Anaplasma marginale, comúnmente transmitida por garrapatas, aunque también puede propagarse a través de otros vectores.
Impacto en la producción
La anaplasmosis presenta una sintomatología que varía según la edad del animal. En terneros menores de un año, suele manifestarse de forma subclínica; en animales de hasta dos años, puede presentarse con una gravedad moderada, mientras que en adultos es comúnmente severa y con alta tasa de mortalidad.
Entre los signos clínicos más frecuentes se encuentran la destrucción masiva de glóbulos rojos, fiebre, palidez de mucosas, ictericia, incoordinación, dificultad respiratoria, inapetencia, edema en el pecho y cavidades, y estasis gastrointestinal severa. En vacas gestantes, puede provocar abortos, y en los casos más agudos, la muerte puede sobrevenir pocas horas después de la aparición de los primeros síntomas.
Esta enfermedad compromete significativamente la productividad del hato, ya que reduce la producción de leche, incrementa los costos de tratamiento y reposición de animales, y representa una pérdida económica considerable debido al aumento en la morbilidad, la mortalidad y la afectación reproductiva del ganado.
Prevención
La prevención consiste en el control de la garrapata mediante el uso de ectoparasiticidas inyectables, como ivermectinas o doramectinas o de ectoparasiticidas pour-on o por aspersión, según las condiciones de manejo. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Conoce los tres tipos de transmisión de la anaplasmosis bovina?)
Tratamiento
Para el tratamiento de la anaplasmosis se indica la aplicación intramuscular de oxitetraciclina de alta concentración y larga duración como Oxindol® 320 de MK® Salud Animal, una formulación exclusiva en Colombia, que combina 300 mg/mL de oxitetraciclina con 20 mg/mL de flunixin meglumina.
Esta combinación incrementa la sensibilidad del anaplasma al antibiótico. Además, el flunixin meglumina contribuye al control de la fiebre y estimula el apetito, aspectos clave en la recuperación. Una sola aplicación ofrece hasta 7 días de acción con alta concentración, ideal para el tratamiento efectivo de la enfermedad.
Conclusión
La mastitis y la anaplasmosis son dos patologías que comprometen seriamente la rentabilidad de la producción bovina. Implementar programas de prevención adecuados y utilizar tratamientos eficaces como Supramicina® RTU y Oxindol® 320 de MK® Salud Animal permite proteger la salud del hato, mejorar la productividad y garantizar una producción de calidad. La intervención oportuna es clave para mitigar los efectos negativos de estas enfermedades y asegurar la sostenibilidad de la actividad ganadera.