El uso de energía y su eficiencia es muy variable en los sistemas de lechería y depende de la intensificación productiva del modelo y de la dependencia de insumos externos. “La eficiencia de los sistemas radica en el mayor aprovechamiento de la energía que se emplea para la producción de leche, y este aprovechamiento es asociado con el manejo técnico de los sistemas”. Así lo informó un estudio realizado por Luis Miguel Benavides Patiño para optar al título de Magister en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional -sede Medellín- y dirigido por Rolando Barahona Rosales, BSc., MSc., PhD.. (Lea: Análisis energético y balance de nitrógeno a escala predial en sistemas ganaderos de lechería especializada en el norte de Antioquia con diferentes niveles de intensificación) Según la investigación “el uso de energía y su eficiencia es muy variable en los sistemas de lechería y depende de la intensificación productiva del modelo y de la dependencia de insumos externos. 25 fincas fueron clasificadas en Antioquia de acuerdo a su nivel de intensificación, basado en uso de insumos y productividad”. (Lea: Cómo hacer una lechería apoyada en la tecnología) En el estudio ocho predios fueron clasificados como de alta intensificación, ocho de media y nueve de baja. “El uso de la energía directa estuvo asociado principalmente al uso de electricidad y este se dio en mayor medida en los sistemas de alta y mediana intensificación en comparación con los de baja intensificación.”, dijo el estudio. A su vez, la energía indirecta se compuso de dos parámetros: suplementación y energético. El primero representó el 45, 41 y 36% del total de ingreso energético, y el segundo -de fertilización- el 43, 40 y 46% en los predios alta, mediana y baja intensificación, respectivamente. El egreso de energía ocurrió en los productos leche y carne, donde la leche es la forma principal de egreso energético el cual se representó en el 97 % en alta 96 % en mediana y 97 % en baja del total del egreso energético en los sistemas. Los predios de alta intensificación presentaron un mayor balance positivo, donde es mayor el ingreso de energía en comparación con el egreso, siendo 3,24 veces más que los predios de mediana intensificación y 3,54 veces más que los predios de baja intensificación. (Lea: Bioenergía, estratégica para la ganadería y agroindustria) Los sistemas productivos de mediana intensificación presentaron mayor eficiencia energética, 0,73, en comparación a los sistemas de alta y baja intensificación con eficiencias de 0.55 y 0.61, respectivamente. Es necesario acudirá un experto para lograr discriminar como los cambios tecnológicos afectan el uso de energía total, recomienda la investigación.