En el sector agropecuario, cada decisión en la reproducción bovina puede marcar la diferencia entre el éxito y la pérdida. Expertos como Ricardo Arenas Ovalle aseguran que la monta estacional permite sincronizar partos, planificar recursos y mejorar la rentabilidad del sistema productivo.
Concentrar los partos en épocas favorables, mejorar la planificación forrajera y reducir los costos de manejo. Estos son solo algunos de los beneficios que ha posicionado a la monta estacional como una de las estrategias más efectivas para mejorar la productividad ganadera, especialmente en zonas tropicales de Colombia. (Lea en CONtexto ganadero: Cómo pasar de la temporada de monta a la monta estacional)
Ricardo Arenas Ovalle, médico veterinario zootecnista, autor y presentador del Manual Práctico Ganadero, aseguró que “tanto en la producción de leche como en la cría de terneros para carne, la reproducción es fundamental porque marca el inicio de todo el ciclo productivo.” Y en ese contexto, el control del calendario reproductivo no es una opción, es una necesidad.
La monta estacional consiste en concentrar los periodos de apareamiento, ya sea por monta natural o inseminación, dentro de una ventana temporal que suele coincidir con la mayor disponibilidad de forrajes. Esto permite que los partos también ocurran en épocas de mayor oferta alimenticia y mejores condiciones ambientales.
El Manual Práctico Ganadero, explicó que “en la ganadería moderna, buscamos optimizar la eficiencia mediante la planificación y el control de los procesos biológicos”.
Aplicar esta técnica mejora la sincronización de los partos, reduce el uso de suplementos costosos, facilita el manejo sanitario y permite homogenizar los lotes de cría, lo que simplifica el destete, la venta y la evaluación de toros.
Planificación
Antes de iniciar la temporada de monta, se debe evaluar cuidadosamente el estado reproductivo de las vacas, la calidad de los toros, la disponibilidad de recursos alimenticios y el calendario climático.
En la costa norte colombiana, por ejemplo, la monta se programa entre noviembre y febrero, para que los partos coincidan con la bonanza de pasto entre agosto y noviembre.
Arenas Ovalle insistió en que, para lograr estos beneficios, “es crucial tener control sobre la detección de celos, la inseminación artificial a término fijo y los programas de sincronización hormonal, todo bajo la supervisión de un veterinario experto en reproducción”.
Inversión a futuro
Aunque esta estrategia exige disciplina, infraestructura básica y personal capacitado, sus beneficios son tangibles a mediano y largo plazo. Se logra mayor fertilidad, uniformidad en las crías, ahorro en costos operativos y una gestión del hato mucho más organizada.
El especialista expuso que “la monta estacional es una práctica eficiente, sostenible y económicamente rentable. Aunque implica mayor esfuerzo organizacional, sus resultados lo justifican plenamente”.
Desafíos
En sistemas extensivos con bajo manejo, puede haber dificultades para implementar este modelo. Sin embargo, con acompañamiento técnico, es posible adaptar el calendario reproductivo gradualmente. Lo importante es empezar, capacitar al personal y mantener registros reproductivos precisos. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca los factores que definen una monta eficaz con alto porcentaje de preñez)



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