Desde el entendimiento de la fisiología vegetal hasta el manejo integrado del suelo y los animales, cada paso es crucial para garantizar que los pastos sean de alta calidad. Siguiendo estas recomendaciones, los ganaderos podrán mejorar la productividad de sus fincas y la salud del ecosistema en el que operan.
José Carlos González, asesor de Ganadería F1 Tropical y especialista en producción bovina, compartió en una entrevista con CONtexto ganadero recomendaciones sobre cómo realizar un pastoreo adecuado.
A continuación, se presentan las claves para lograrlo, basadas en su experiencia y en información complementaria de expertos en forrajes.
1. Conocer fisiología vegetal
José Carlos González enfatiza que "primero somos agricultores de pasto y luego somos ganaderos". Esto significa que el éxito de la ganadería depende en gran medida del manejo adecuado de los pastos. "Cuando uno entiende fisiología vegetal, entiende el pastoreo", afirmó.
El pasto estrella africana, que utiliza González en su finca ubicada en el Eje cafetero colombiano, es un ejemplo de una especie que se adapta bien a condiciones de trópico medio. Sin embargo, independientemente del tipo de pasto, es crucial identificar el punto óptimo de cosecha o consumo.
"Entre los 25 o máximo 27 días es el punto óptimo de consumo", aclaró. (Lea en CONtexto ganadero: 5 sistemas de pastoreo en ganadería sostenible)
En esta etapa, el pasto alcanza su máximo crecimiento antes de que la calidad nutricional disminuya debido a un aumento de fibra. Sin embargo, aclara que este periodo puede variar de acuerdo con la especie o al tipo de suelo.
2. Pastoreo rotacional por franjas
El sistema de pastoreo rotacional por franjas es una técnica que permite optimizar el uso de los pastos y asegurar su recuperación.
El especialista explicó que en su finca dividen los potreros con cerca eléctrica para mantener el control del pastoreo. Este método consiste en dividir los potreros en franjas más pequeñas, lo que controla el consumo y evita el sobrepastoreo.
"El área de la franja depende del tamaño del lote, distribuimos según el aforo", señaló. Además, recomienda hacer dos cambios al día: "El 40 por ciento del pasto lo consumen por la mañana y el 60 por ciento en la tarde". Este enfoque asegura que el ganado tenga acceso constante a pasto fresco y de alta calidad.
3. Momento correcto
Uno de los errores más comunes en el pastoreo es no respetar el momento adecuado para que el ganado consuma el pasto. González advirtió que "el momento correcto del pastoreo es antes de que florezca o de que semille".
Esto se debe a que, una vez que el pasto florece, su calidad nutricional disminuye debido al aumento de fibra y la reducción de proteína.
"Llega el punto en el que su crecimiento es exponencial. A veces uno mira hoy un potrero y luego a los 3 o 4 días y está 20 o 30 por ciento más alto. Cuando llega ese punto es como la cima de la montaña en el crecimiento de la planta, ahí es el punto de consumir", sostuvo.
4. Preparación del suelo
Raúl Rojas Cortés, gerente técnico de Forrajes de Sáenz Fety, señaló en un artículo publicado en el portal de esta compañía que "una vez escogido el material forrajero a sembrar, se debe tener un óptimo establecimiento, porque de este dependerá el desempeño a futuro de la pradera".
Esto incluye realizar un análisis de suelos, controlar malezas y aplicar enmiendas para mejorar la fertilidad del terreno.
Además, Rojas recomendó sembrar al inicio de las lluvias para garantizar una humedad constante durante los primeros 45 días, período crítico para el establecimiento de las plantas.
"Únicamente con el riego es muy difícil y costoso lograr un óptimo resultado", advierte. (Lea en CONtexto ganadero: Así puede optimizar la nutrición de pastoreo y mejorar el rendimiento del ganado)
5. Manejo integrado
González resaltó la importancia de entender la interacción entre el suelo, la planta y el animal.
"La planta le entrega al suelo carbohidrato o exudados de carbono a los microorganismos del suelo, y ellos mineralizan, los dejan biodisponibles y hacen ese intercambio", anotó.
Este ciclo natural mejora la calidad del suelo y, por ende, la calidad del pasto.
En su finca, están comenzando a producir microrganismos propios, así como sustancias de síntesis química y orgánica, para aplicaciones foliares. Este manejo integrado asegura que los pastos sean de alta calidad y que el ganado tenga una alimentación balanceada.
El especialista enfatiza que un manejo eficiente del pasto es la base de una ganadería exitosa, por encima incluso de la genética del ganado.
"Antes de pensar si mis animales son buenos o no, lo primero que hay que hacer es manejar los pastos", afirmó.