Investigadores de diversos países trabajan en terapias con células madre para combatir enfermedades crónicas en animales de producción, con resultados prometedores en mastitis, lesiones articulares e infertilidad. El avance plantea una opción sin químicos para hacer frente a afecciones que arruinan miles de fincas cada año.
La medicina veterinaria está ante un cambio de paradigma: el uso de células madre, hasta ahora un desafío para la ganadería bovina, comienza a mostrar resultados prometedores que podrían transformar el tratamiento de enfermedades crónicas en el corto plazo.
Estas células, obtenidas del cuerpo del propio animal y utilizadas en laboratorios y fincas experimentales, parecen ser la clave para curar lo que hasta ahora parecía incurable. (Lea en CONtexto ganadero: Células madre podrían ayudar a preservar razas bovinas)
Investigaciones recientes apuntan que podrían ser la próxima revolución en la medicina veterinaria para tratar patologías complejas del ganado sin recurrir a antibióticos ni tratamientos invasivos.
Se trata de una alternativa que va más allá, pues puede tener un impacto directo sobre la rentabilidad de las explotaciones ganaderas, cada vez más presionadas por enfermedades crónicas como la mastitis, la osteoartritis o la infertilidad que generan grandes pérdidas económicas.
Las células madre mesenquimales (MSC), obtenidas del tejido adiposo, la célula ósea o incluso la sangre del cordón umbilical, poseen una capacidad única ya que se convierten en distintos tipos de células, desde cartílago y músculo hasta piel y tejido conectivo.
Además, modulan el sistema inmunológico y reducen procesos inflamatorios, lo que las convierte en candidatas ideales para tratar enfermedades crónicas en ganado bovino y equino.
Un artículo llamado ‘Stem cell therapy for diseases of livestock animals: an in depth review’ ha sistematizado los principales hallazgos científicos sobre el uso de estas células en animales de producción.
Los resultados son alentadores, pues las MSC derivadas de grasa, por ejemplo, han sido aplicadas exitosamente en casos de osteoartritis crónica, mientras que las extraídas del cordón umbilical muestran efectos positivos en enfermedades degenerativas sin reacciones adversas.
Luz verde para la mastitis
Pero el verdadero campo de batalla es la mastitis, una de las enfermedades más prevalentes y costosas en la ganadería lechera. Según la investigación, el uso de antibióticos para tratarla ha generado cepas resistentes de bacterias como Staphylococcus aureus y E. coli, dificultando su control.
Ante esto, se está explorando una terapia celular innovadora en la que las células madre modificadas genéticamente para resistir estos patógenos son inyectadas directamente de las glándulas mamarias. Allí se reemplazan células dañadas y secretan péptidos antimicrobianos, creando un entorno antiinflamatorio que impide nuevas infecciones.
En una prueba de 39 vacas, se observó una reducción de células somáticas en la leche, y una recuperación más rápida del tejido afectado. Las MSC derivadas de médula ósea mostraron mayor eficacia frente a S. aureus, mientras que las de grasa fueron más efectivas contra infecciones por E. coli.
Otra enfermedades en la mira es la endometritis equina, que puede comprometer la fertilidad. En el estudio, las yeguas tratadas con MSC derivadas de tejido adiposo mostraron mejoras en la regeneración del endometrio, lo que sugiere que esta terapia podría restaurar la capacidad reproductiva en animales previamente considerados infértiles.
La mastitis es una de las enfermedades más prevalentes y costosas en la ganadería lechera.
Futuro sostenible
El médico veterinario César Jiménez, especialista en sanidad animal, resaltó la importancia de estas terapias.
“Resulta muy interesante porque son alternativas distintas que van conduciendo a poder resolver problemas de patologías sin tener que usar químicos. En casos críticos como la mastitis, que es la enfermedad que más pérdidas produce a nivel mundial esto podría cambiarlo todo”, aseguró.
Jiménez señaló que aunque estos tratamientos aún están en fase experimental y su masificación tomará tiempo, representan una “excelente alternativa” para enfermedades resistentes a tratamientos convencionales.
“Estas tecnologías, manejadas con ética y profesionalismo, pueden hacer que animales con lesiones articulares, fracturas o problemas reproductivos vuelvan a ser productivos”, aseguró el profesional.
Retos
A pesar de los avances, los investigadores advirtieron que todavía existen desafíos para masificar estas terapias. La falta de protocolos estandarizados para el aislamiento, cultivo y caracterización de células madre, así como su dosificación, vías de administración y control de calidad, son obstáculos que deben resolverse.
También es clave garantizar que estas terapias sean asequibles para los ganaderos. (Lea en CONtexto ganadero: Cómo avanza la terapia celular y genética en los animales)
La esperanza está puesta en la tecnología, que permitiría crear líneas celulares específicas para cada enfermedad y desarrollar tratamientos completamente personalizados.