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Proyecto en Sudamérica para reducir emisiones de metano al tiempo que se mejora la productividad en la ganadería

Foto: afp_tickers

En total, más de 35 organizaciones de América Latina y África participan en esta iniciativa, que busca convertirse en plataforma regional de monitoreo.

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Sudamérica apuesta por reducir emisiones de metano sin frenar la productividad ganadera

por: Angie Barbosa- 31 de Diciembre 1969

*Un nuevo programa internacional busca combinar tecnología, sostenibilidad y eficiencia en la ganadería de la región, con un monitoreo inédito de pasturas que permitirá alimentar mejor al ganado y disminuir los gases de efecto invernadero.*

Un nuevo programa internacional busca combinar tecnología, sostenibilidad y eficiencia en la ganadería de la región, con un monitoreo inédito de pasturas que permitirá alimentar mejor al ganado y disminuir los gases de efecto invernadero.*


Con el lanzamiento del proyecto Time2Graze, Sudamérica da un paso estratégico para enfrentar el reto climático sin sacrificar su producción ganadera. El plan consiste en rastrear los niveles de pastura en campos seleccionados, mediante mediciones cada cinco días en cuadrados de diez metros.

La clave está en optimizar la alimentación del ganado al aire libre, mejorar la digestibilidad de la hierba y, en consecuencia, reducir la emisión de metano.

Según la organización internacional Global Methane Hub, una mejora del 10% en la digestibilidad de los alimentos se traduce en una reducción del 20% en emisiones de metano. Para productores y técnicos, el cambio es significativo.

"La novedad es la frecuencia, porque vamos a tener información cada 5 días. Hasta hace poco teníamos cada un mes", explicó Santiago Fariña, responsable senior del Programa de Agricultura en Global Methane Hub, en diálogo con AFP.

El sistema permitirá a los productores conocer casi en tiempo real el impacto de lluvias y calor extremo sobre sus pasturas, un aspecto crítico ante la variabilidad climática.


Alcance internacional


El programa se implementará en Brasil, Argentina, Uruguay y Colombia, países con fuerte tradición ganadera. Además, se suman Nigeria, Zimbabue, Tanzania y Uganda, con una inversión inicial de 4,7 millones de dólares.

En total, más de 35 organizaciones de América Latina y África participan en esta iniciativa, que busca convertirse en plataforma regional de monitoreo.

Para Fernando Lattanzi, investigador del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria de Uruguay (INIA), este tipo de proyectos permiten una transferencia de tecnología que sería ‘muy difícil’ de lograr sin alianzas internacionales.

En un país como Uruguay, con 3,4 millones de habitantes y más de 10 millones de cabezas de ganado vacuno, el acceso a información precisa y continua es un cambio radical en el manejo productivo.

Fariña detalló que la nueva metodología ahorra trabajo de campo a productores y técnicos, quienes ya no tendrán que recorrer hectáreas para estimar volumen y calidad de pasto.

"Algo que tenían que hacer los productores y sus técnicos caminando su campo (...) para poder estimar la cantidad de pasto y la calidad, ahora vamos a poder hacerlo de forma remota y con más precisión y más frecuencia que antes", señaló.


Voces del campo


La expectativa ahora es que más países se integren al monitoreo y que los beneficios trasciendan la reducción de emisiones, generando también un impacto positivo en productividad y competitividad internacional.

Alberto Buenahora, ganadero colombiano comprometido con prácticas sostenibles, resaltó el valor del proyecto para productores que ya buscan equilibrar rentabilidad y medioambiente.

"Este tipo de programas nos ayudan a demostrar que la ganadería sostenible sí es posible. No se trata de producir menos, sino de producir mejor, con información, con tecnología y con responsabilidad frente al clima", dijo.

Para Buenahora, la innovación tecnológica aplicada al campo es el camino a seguir. "Los ganaderos necesitamos herramientas que nos permitan ser eficientes sin dañar el planeta. Este esfuerzo conjunto entre países demuestra que podemos reducir la huella de carbono de la ganadería y mantenernos competitivos en los mercados internacionales", concluyó.