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Traslado de ganado: los descuidos que pueden costarle millones al productor

Angie Barbosa 26 de Septiembre 2025
Grupo de transportadores se capacitan en bienestar animal en el transporte de bovinosFoto: vanguardia.comLas buenas prácticas en el transporte no son una exigencia legal, sino un reflejo de respeto hacia el ganado y una apuesta por la calidad de la producción.

Un transporte inadecuado expone a los animales a golpes, estrés e incluso la muerte, mientras el ganadero asume sanciones, pérdidas y un deterioro en su reputación. En contraste, un manejo responsable minimiza el sufrimiento, previene lesiones y resguarda la rentabilidad de la actividad.


Carlos Ríos, ganadero con más de 20 años participando en ferias en Cundinamarca, asegura que el transporte del ganado debe estar marcado por reglas básicas que protejan tanto a los animales como a los productores.

No se deben transportar animales enfermos, débiles ni en avanzado estado de gestación, porque se pone en riesgo la vida del animal y también la tranquilidad de todo el lote”, advirtió. (Lea en CONtexto ganadero: Normativa de transporte ganadero: clave para el bienestar y la competitividad)

El productor enfatizó en que la mezcla de especies y edades dentro de un mismo viaje es un error frecuente que termina en lesiones y estrés. A lo anterior se suma un detalle logístico: los traslados deben programarse en las horas más frescas del día, con el fin de lograr reducir el impacto del calor y la fatiga.


Supervisión y protocolos


El manejo durante el recorrido no puede dejarse al azar. “Es fundamental realizar paradas periódicas para vigilar las condiciones de los animales y comprobar que todos se encuentren en pie y en reposo. Un animal caído dentro del camión es un riesgo inmediato que debe atenderse antes de seguir”, siguió explicando.

Además, todo viaje debe estar respaldado por la Guía Sanitaria de Movilización Interna (GSMI) expedida por el ICA, documento que garantiza la trazabilidad sanitaria del rebaño. Para Ríos, la disciplina en los procedimientos de limpieza y desinfección del vehículo también marca la diferencia.

“Cada lote debe entrar a un transporte limpio y desinfectado, no se puede improvisar en este punto porque es la manera más rápida de propagar enfermedades”, agregó.


Un transporte responsable garantiza que el ganado llegue en óptimas condiciones, protegiendo su bienestar y el patrimonio del productor. Foto: Fedegán-FNG


Conducción responsable


El trato al animal durante la carga y descarga también exige cuidados. El ganadero recalca que deben usarse ayudas de persuasión no traumáticas y evitar cualquier método agresivo.

“El transporte debe hacerse con suavidad, sin giros ni frenadas bruscas. Si el conductor no entiende que lleva seres vivos y no carga inerte, está poniendo en riesgo toda la inversión”, sostuvo.

Las buenas prácticas en el transporte no son una exigencia legal, sino un reflejo de respeto hacia el ganado y una apuesta por la calidad de la producción.

“El bienestar animal comienza desde el mismo momento en que se planea cómo se va a mover el ganado”, aseguró Ríos. (Lea en CONtexto ganadero: Bienestar animal en el transporte y el sacrificio, claves en la calidad de la carne)

La experiencia demuestra que el transporte responsable también impacta en la rentabilidad. Un animal que llega en buen estado a la feria, al matadero o a la finca de destino conserva su peso, su salud y su valor comercial.

“Cuando se ignoran las buenas prácticas, el productor termina perdiendo dinero: un bovino lastimado o estresado puede reducir su rendimiento y hasta ser rechazado en la comercialización”, insistió.


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