Barranquilla se convirtió en punto de encuentro para productores, académicos y empresarios del agro con la realización del primer encuentro internacional sobre análisis de piensos y forrajes, organizado en alianza entre la Fundación Universitaria San Martín y Rock River Laboratory.
La jornada, celebrada el pasado 17 de septiembre en la sede de Puerto Colombia, marcó el inicio de un diálogo necesario sobre cómo la ciencia y la tecnología pueden cambiar el rumbo de la nutrición animal y aportar a la modernización del campo en Colombia. Durante la jornada, expertos de distintos países compartieron experiencias que demuestran el peso que tiene la investigación en la eficiencia productiva. El debate estuvo abierto todo el tiempo.
Desde Argentina, Leandro E. Mohamad expuso cómo la industria lechera ha logrado dar un salto cualitativo gracias al uso de herramientas de precisión que mejoran la calidad y aumentan la competitividad. Por su parte, el colombiano Juan F. Valero Zapata explicó que conocer a fondo los nutrientes que componen la dieta del ganado es clave no solo para mejorar la rentabilidad, sino también para reducir pérdidas económicas que afectan directamente a los productores. Jiress J. Flórez Santiago analizó el rol del sector químico en la agricultura local, subrayando que un uso adecuado de insumos puede convertirse en aliado del crecimiento sostenible.
El encuentro también dejó claro que el Caribe colombiano necesita una integración real entre academia, empresa privada y organizaciones de productores para dar el salto hacia un modelo más tecnificado. Así lo advirtió José Luis Yarzagaray, Gerente de RockRiver Colombia, al señalar que “si no investigamos, si no innovamos y si no tecnificamos el campo, el camino será más complejo”, destacando que solo con investigación y alianzas estratégicas será posible avanzar hacia una transición agroecológica en la región.
Cómo la ciencia y la tecnología pueden cambiar el rumbo de la nutrición animal y aportar a la modernización del campo en Colombia.
Hito en el Caribe colombiano
En ese contexto, la llegada de Rock River Laboratory a Colombia, con más de cuatro décadas de experiencia internacional, se suma como un actor que busca fortalecer la investigación aplicada y ofrecer servicios que respalden al productor en sus decisiones. Más que un laboratorio, su presencia fue entendida como una oportunidad de cooperación entre distintos sectores que reconocen que el futuro del agro colombiano depende de la ciencia, la innovación y la formación de nuevas generaciones de profesionales.
El encuentro en Barranquilla dejó una conclusión evidente: el país tiene por delante el reto de tecnificar su campo y elevar su competitividad sin perder de vista la sostenibilidad.
Y aunque los desafíos son grandes, la suma de esfuerzos entre universidades, gremios, empresas y productores empieza a mostrar que en el Caribe colombiano se está sembrando una semilla que puede transformar la manera en que se alimenta y se produce en el país.