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Lo que Colombia está aprendiendo para replicar el modelo francés con ganado charolais

Melanny Orozco 30 de Octubre 2025
Charolais, los aprendizajes de su visita a Francia y el crecimiento en Colombia.Foto: CortesíaA pesar de sus bondades, el charolais puro enfrenta desafíos en climas húmedos y regiones con alta presencia de ectoparásitos.

El esquema de producción en Francia ha despertado el interés de criadores nacionales gracias a las ventajas que esta raza bovina ofrece, como mayor rendimiento, mejores cruces y destetes más pesados. A través de visitas técnicas en ese país, expertos analizan cómo adaptar esas prácticas a las condiciones locales, pese a los desafíos de competitividad frente a un sistema europeo altamente subsidiado.


Con una musculatura sobresaliente y ganancias de peso diarias que superan los 700 gramos, la raza charolais se posiciona como una alternativa potente para transformar la ganadería cárnica colombiana.

Así lo considera Germán Rodríguez, presidente de la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Charolais, Charbray y sus cruces (Asocharolaise-Charbray), quien recientemente recibió los reportes técnicos y visuales de una delegación colombiana en Francia, epicentro de esta raza de élite.

“Estamos entusiasmados con lo que vimos. En Colombia, por desconocimiento, no siempre se utiliza esta raza de forma eficiente, mientras que en países como Francia, Estados Unidos y México, es un estándar de calidad en los feedlots”, explicó Rodríguez.

En estas regiones, incluso, se exige un mínimo del 25% de genética charolais en animales destinados a engorde, gracias a su rendimiento superior en canal. (Lea en CONtexto ganadero: Charolais, una raza con buenos resultados en tierras de Boyacá)

De acuerdo con Rodríguez, en Francia, el sistema ganadero se basa en el uso intensivo de recursos energéticos, como silos de maíz, y técnicas de estabulación desde los 300 kilos de peso. Bajo estas condiciones, los charolais alcanzan hasta 1,8 kilos diarios de ganancia, lo que permite sacrificios entre los 17 y 18 meses de edad, con pesos cercanos a los 520 kilos.

Teniendo en cuenta lo anterior, esta se convierte en una eficiencia difícil de igualar en sistemas tropicales, pero no imposible de adaptar con los conocimientos adecuados.

Rodríguez destacó que uno de los aprendizajes clave es la importancia de la genética aplicada, pues gracias al uso de biotecnología y pruebas genómicas, los temores sobre partos difíciles o baja adaptabilidad han quedado atrás.

“De 10 partos, apenas uno ha requerido asistencia leve en mi ganadería. Eso, hace una década, era impensable”, indicó.


El reto y la solución


A pesar de sus bondades, el charolais puro enfrenta desafíos en climas húmedos y regiones con alta presencia de ectoparásitos. Sin embargo, la solución está en los cruzamientos estratégicos.

En Colombia se han desarrollado líneas como el charbray (charolais x brahman) y el canchim (charolais x nelore), que han demostrado excelente adaptación en zonas como Caquetá y el Magdalena Medio.

Según Rodríguez, “tenemos criadores que trabajan con tres cuartos brahman y un cuarto charolais, manteniendo la musculatura y la habilidad materna. Lo importante es que el productor que prueba el cruce, se queda. Al ver un ternero charolais al destete, con 40 o 50 kilos más que otros cruzamientos, no hay vuelta atrás”.

Además, el charolais también ha ganado terreno en sistemas lecheros, pues vacas holstein que no quedan preñadas en la primera inseminación son ahora cruzadas con charolais, generando crías doble propósito.

Rodríguez aseguró que “un socio ya tiene 70 animales charolais x holstein. Al destete alcanzan hasta 200 kilos y pueden venderse para ceba, algo impensable con terneros holstein puros”.


Limitaciones


A pesar de las oportunidades, Rodríguez reconoció que el modelo francés es difícil de replicar en su totalidad, debido a que “allá todo es subsidiado. Producen sus propios alimentos y tienen maquinaria agrícola accesible. En Colombia, nuestros costos en abonos, herbicidas y maquinaria son altísimos”, advierte. Esto implica que competir en igualdad de condiciones es inviable sin apoyo estatal.

La experiencia francesa ha dejado claro que el charolais no solo marmolea, también acorta los tiempos al sacrificio en cruces con angus o brahman. Mientras un cruce con brahman tarda 26 meses en llegar al peso ideal, un charolais x angus lo logra en 18. Es decir, cuatro a cinco meses menos de alimentación, mano de obra y riesgo sanitario.

“Esa es nuestra apuesta, más kilos en menos tiempo”, concluyó Rodríguez. La invitación del profesional es que con técnica, genética y conocimiento, la ganadería colombiana podría estar ante una verdadera revolución cárnica. (Lea en CONtexto ganadero: Asocharolaise celebra 15 años de éxitos y crecimiento)



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