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Ante la urgencia, se necesita un gran "acuerdo por la naturaleza", afirma director de WWF

Por - 31 de Octubre 2018

La acción debe cambiar de escala y el mundo, encontrar un acuerdo para salvar la naturaleza, afirmó a la AFP Marco Lambertini, director general del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), cuyo último informe recoge un declive del 60% de los vertebrados salvajes en 40 años.


La acción debe cambiar de escala y el mundo, encontrar un acuerdo para salvar la naturaleza, afirmó a la AFP Marco Lambertini, director general del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), cuyo último informe recoge un declive del 60% de los vertebrados salvajes en 40 años.   P: Cada nueva edición del informe Planeta Vivo muestra una disminución de la fauna salvaje en el mundo. ¿Cómo resumir la situación actual?   R: "La situación es verdaderamente mala, lo decimos desde hace un tiempo, pero esto no deja de empeorar. Se ha puesto mucho la atención en el clima, únicamente. Pero olvidamos los otros 'sistemas' (bosques, océanos, etc.), interconectados con el clima y muy importantes para la conservación de la vida en la Tierra.   El ser humano ha evolucionado durante 2 millones de años en una naturaleza abundante, rica... que damos por hecha. Sin embargo, empezamos a alterar la biosfera hasta el punto de llevar algunos sistemas al borde del hundimiento.   La única buena noticia es que sabemos exactamente qué está pasando. Esperamos que eso ayude a aportar la respuesta adecuada. Para el clima, necesitamos ver cómo se intensificaban acontecimientos extremos antes de firmar el Acuerdo de París.   La naturaleza es un poco menos clara en la relación causa-efecto: no sentiremos la deforestación o la extinción de especies en nuestra piel, tal y como sentimos el calor o el viento".   P: ¿Cómo explicar esta degradación y su ritmo inédito? El informe habla de un "consumo humano loco".   R: "Es eso que los científicos llaman 'la gran aceleración', que se produjo en los últimos 50 años. El crecimiento y el consumo exponenciales de todo: energía, agua, madera, pescados, alimentos, fertilizantes, pesticidas, minerales... todo. Es evidente que no es sostenible. Algunos 'sistemas' –bosques, océanos...– absorben esos impactos desde hace décadas, pero estamos llegando a umbrales críticos.   El consumo de energía –y la manera en la que la producimos– es un elemento importante. El consumo alimentario es el otro gran factor: el 40 % de los suelos fueron convertidos con fines de producción alimentaria, el 70% de los recursos de agua sirven a eso, más del 30 % de los gases con efecto invernadero vienen de ahí… La soja, el aceite de palma y la ganadería bovina generan el 80% de la deforestación operada en el planeta en la actualidad".   P: ¿Qué hacer? Frente a 'la gran aceleración', los esfuerzos de conservación -áreas protegidas, cuotas, etc.- parecen irrisorios.   R: "Estos esfuerzos dieron sus frutos, tanto a nivel de especies como de sitios. Pero, en efecto, el enfoque debe cambiar. Pues nos encontramos frente a una aceleración de los impactos sin precedentes. El informe de los expertos de la ONU sobre el clima dice que hay que llegar a una neutralidad de carbono en 2050 [y no emitir más gases con efecto invernadero de los que podamos absorber]. Eso significa parar la deforestación, ¡acabar con la pérdida de biodiversidad!   Lo que nos lleva al 'acuerdo por la naturaleza'. Como en París por el clima, debemos mostrar los riesgos que entraña para nosotros, los humanos, perder la naturaleza. En los doce próximos meses, oenegés, investigadores... tendremos que definir un objetivo claro y directo, equivalente al objetivo 1,5ºC/2ºC del clima. Sin eso, no retendremos suficiente atención.   Hace falta una revolución cultural que valorice verdaderamente la naturaleza, que le dé, en el sentido propio, un valor. Y eso es lo más difícil. La gente tiene plantas en su apartamento, mima a su perro, supliendo su deseo de naturaleza de forma artificial y olvidándose de lo que le ocurre a la verdadera naturaleza, ahí fuera.   Esta desconexión es peligrosa, necesitamos reconectarnos con la naturaleza. La humanidad debilita ecosistemas que nos hacen vivir gratis desde nuestra aparición en la Tierra, y esos ecosistemas están derrumbando".

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