El gigante sudamericano alcanzará cifras históricas en la producción y exportación de carne de pollo y cerdo, pero la reducción en res abre un nuevo escenario en el comercio mundial. Para nuestro país, este reacomodo puede convertirse en un espacio para fortalecer exportaciones y diversificar mercados.
Brasil, líder mundial en el suministro de proteína animal, alcanzará en 2026 una producción histórica de 32,3 millones de toneladas de carne entre pollo, cerdo y res, según datos de la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab).
Aunque la cifra representa un crecimiento del 0,8 % frente a 2025, la tendencia no es uniforme. La carne bovina, históricamente la más emblemática para Brasil, caerá un 3,6 % hasta las 10,6 millones de toneladas, el nivel más bajo desde 2023.
El contraste lo marcan las otras proteínas: la carne de pollo crecerá un 2,8 % y alcanzará 15,9 millones de toneladas, mientras que la porcina subirá un 3,6 % hasta 5,8 millones de toneladas. Esto no solo equilibra el total, sino que garantiza que el país mantenga su posición como exportador dominante en el mercado global.
Carne bovina pierde espacio
La caída en la producción bovina no responde a falta de demanda, sino a factores internos de costos y reposición. Tras un récord de 11 millones de toneladas en 2024, el sacrificio de más hembras redujo el número de becerros disponibles, lo que encareció la reposición y frenó el crecimiento.
En palabras de Juan Gonzalo Botero, expresidente de la Asociación Colombiana de Exportadores de Ganado (Aexgan), la situación refleja una dinámica clara.
“Brasil experimenta una contracción en la producción de carne bovina, desafortunadamente los costos les han generado alguna dificultad en este sentido. Para nadie es un secreto que el pollo y el cerdo son sustitutos de la carne de res, ellos vienen generando esta dinámica que se dice que en el 2026 se mantendrá”, explicó.
El desplazamiento hacia pollo y cerdo coincide con el aumento de la demanda en mercados como China, que ya concentra más de la mitad de las compras de carne brasileña, y con el rol de Estados Unidos, donde la presencia de empresas brasileñas suaviza los efectos de los aranceles.
Oportunidades para Colombia
Para Colombia, este reacomodo puede convertirse en una ventaja. Botero subraya que, ante la menor oferta brasileña de carne bovina, se abren ventanas para fortalecer presencia en destinos clave.
“Para Colombia puede ser una oportunidad por algún tipo de apertura en el mercado, Colombia muy seguramente continuará con las exportaciones de carne hacia China y Rusia, igualmente dependiendo del comportamiento del dólar, que en los últimos días ha tenido una caída, de eso dependerá la exportación de ganado en pie, esperemos que el dólar ayude para que las exportaciones de carne y ganado en pie se sigan dinamizando”.
La proyección es favorable también para el comercio brasileño. En 2026 se prevé que sus exportaciones de carnes alcancen 11 millones de toneladas, un 2,9 % más que en 2025. De ellas, 5,4 millones corresponderán a pollo (+2,5 %), 4,1 millones a carne bovina (+2,4 %) y 1,5 millones a carne porcina (+5,2 %).
Así, mientras Brasil consolida su liderazgo en pollo y cerdo, la contracción de su oferta bovina abre un escenario que países como Colombia pueden aprovechar, siempre que logren mantener competitividad en precios y estabilidad en el mercado cambiario.