El diario francés Le Parisien entrevistó a Alain Delabos, médico nutricionista conocido como el padre de la crono-nutrición, quien aseguró que el consumo de carne no debe eliminarse, sino que debe hacerse al mediodía, cuando el cuerpo más lo necesita y puede asimilarlo más correctamente.
A propósito de la última versión de su libro “Pérdida de peso a medida gracias a la crono-nutrición”, el nutricionista recomienda comer carne al mediodía, momento en el que el organismo más la necesita y es capaz de asimilarla correctamente.
“La carne es una excelente fuente de proteína animal, que tiene una composición equilibrada de aminoácidos. También aporta importantes cantidades de hierro, que se asimila mucho mejor que el que está presente en verduras y cereales”, aseguró el experto.
Según el nutricionista francés, en tanto que cazadores-recolectores que somos los seres humanos, “necesitamos carne para estar sanos”. (Lea: Recomendaciones para la compra, manejo y conservación de las carnes durante la cuarentena)
Delabos también destacó la riqueza de nutrientes que tiene la carne, pues sostuvo que la misma cantidad de proteína que se obtiene con 250 gramos de los productos de origen animal, es necesario consumir cerca de 900 g de lentejas, lo cual “no es fácil”.
Agregó que la comida más adecuada para consumir cualquier tipo de carne es el almuerzo, al mediodía, porque el cuerpo necesita proteínas en la mitad de la jornada para completar su reconstrucción diaria que comenzó con el desayuno.
“Este es también el momento en que el estómago produce la mayor cantidad de ácido estomacal, lo que permite que la carne se absorba de manera óptima”, indicó. (Blog: ¿Qué beneficios tiene para el organismo consumir carne?)
Delabos aseguró que “para estar en sintonía con sus ritmos biológicos naturales, conviene acompañarlo de alimentos que contengan almidón (guisantes, frijoles, frijoles blancos, patatas, etc.), (aunque) siempre hay que comenzar la comida consumiendo carne”.
Entre sus recomendaciones, incluyó, alternando unas con otras para obtener suficiente hierro y prevenir la anemia. Se puede cocinar de cualquier forma (asados, hervidos, consumir carnes rojas tres veces por semana salteados, etc.) con la condición de que los alimentos no se quemen, de lo contrario se convertirán en cancerígenos.
También aconsejó consumir suficientes proteínas para calmar el apetito y durar hasta la próxima comida sin picar. La porción correcta se calcula en función de la altura, el sexo y la intensidad de sus actividades físicas de cada persona.
“Una mujer sedentaria de 1,60 m debe ingerir al mediodía, por ejemplo, al menos 210 g de carne roja o 240 g de carne blanca o 220 g de despojos (entre estos, se refiere a las vísceras como hígado o lengua) no más de dos veces por semana”, reveló.
Y añadió: “Mientras que un hombre activo de 1,70 m debe planificar para el almuerzo al menos 290 g de carne roja o 330 g de carne blanca o 310 g de despojos” (Blog: Carne: cuáles son los cortes más saludables y cuánto comer por semana)