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Un mes tras el hallazgo de dermatosis nodular en España: ¿amenaza para Europa?

Angie Barbosa 05 de Noviembre 2025
Dermatosis nodularFoto: bioadvance.lifeLa Comisión Europea ha dado luz verde a la vacunación de emergencia en nuevas comarcas de Cataluña y Aragón.

Esta enfermedad pone a prueba la sanidad animal europea y golpea el comercio exterior español, mientras la UE refuerza medidas de control como la vacunación. Las restricciones internacionales y la vigilancia reforzada mantienen en tensión a productores y autoridades frente a una posible expansión continental.


Hace apenas un mes, España confirmó su primer caso de dermatosis nodular contagiosa (DNC), una enfermedad vírica que afecta exclusivamente al ganado bovino. El brote se detectó el 3 de octubre en una granja de recría en Castellón de Ampurias, en la provincia de Gerona, y desde entonces ha provocado pérdidas millonarias al sector.

Si bien esta enfermedad no supone un riesgo para los humanos, su impacto económico ha sido inmediato: más de una treintena de países han bloqueado o restringido las exportaciones españolas de animales y productos de origen bovino. Vacuno vivo, semen, cueros, pieles, embriones, leche y carne figuran entre los productos vetados, paralizando una parte vital del comercio ganadero.

Mientras tanto, el Gobierno español y el de Cataluña trabajan contrarreloj para contener su expansión. Las autoridades insisten en la regionalización del problema —que permitiría mantener abiertas las exportaciones desde las zonas libres de la enfermedad—, pero el proceso avanza con lentitud. (Lea en CONtexto ganadero: Confirman peligrosa enfermedad bovina en España: sacrifican más de 120 animales)


Golpe al comercio exterior


De acuerdo con la Revista Frisona, el cierre de Marruecos al vacuno vivo ha sido el golpe más duro. Este país representaba el 43 % de las exportaciones españolas de ganado en vivo, con un valor superior a 111 millones de euros en 2024. Sin embargo, el bloqueo impuesto tras el brote mantiene a cientos de ganaderos en la incertidumbre.

En contraste, Líbano sí ha aceptado la regionalización, lo que ha permitido mantener abierta una vía comercial clave para el sector. Según Emilio García, director general de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal, las conversaciones con Marruecos son positivas a nivel técnico, y confía en una reapertura a medio plazo.

El comercio dentro de la Unión Europea se mantiene operativo, salvo en las zonas bajo restricción —un radio de 50 kilómetros alrededor de los focos detectados—, lo que ha permitido mitigar parcialmente las pérdidas.


Europa refuerza el control


La Comisión Europea ha dado luz verde a la vacunación de emergencia en nuevas comarcas de Cataluña y Aragón. La medida busca reforzar la contención del virus tras la aparición de 18 focos en la provincia de Girona. La autorización comunitaria era indispensable para extender la inmunización más allá de las zonas inicialmente afectadas. (Lea en CONtexto ganadero: Detectan peligrosa enfermedad bovina en Italia y temen por su expansión)

El Ministerio de Agricultura, en coordinación con las comunidades autónomas, ha ampliado el plan preventivo hacia zonas limítrofes, creando además una zona de perivacunación bajo vigilancia especial. Con ello, España intenta frenar cualquier diseminación más allá de su frontera noreste.

Sin embargo, la detección del primer caso de DNC en Cerdeña, Italia, el pasado 23 de junio, fue el primer síntoma para encender las alarmas en sanidad animal europea. Este nuevo foco en el Mediterráneo plantea un riesgo real de expansión hacia otros países, entre ellos España, Francia y Grecia.


Una amenaza latente para Europa


Lo que comenzó como un problema localizado en Girona podría convertirse en una amenaza regional si la coordinación europea no es firme. El virus, transmitido por insectos hematófagos, encuentra condiciones favorables en climas cálidos y húmedos, lo que complica su erradicación.

A un mes del primer caso, España se mantiene en estado de alerta. Las pérdidas económicas crecen, los mercados exigen garantías sanitarias, y la UE busca blindarse ante una enfermedad que podría alterar el equilibrio del comercio agroalimentario europeo.



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