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Juan Camilo Restrepo, Francisco Estupián Heredia y Rubén Darío Lizarralde Montoya

Foto: CONtexto ganadero.

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Con 3 ministros de Agricultura en 4 años, ¿qué tanto avanzó el campo?

por: - 31 de Diciembre 1969

Durante el primer periodo del presidente Juan Manuel Santos, 3 ministros pasaron por la cartera de Agricultura y Desarrollo Rural, lo que según los gremios no permitió consolidar políticas sectoriales. El sector rural confía en lo que pueda hacer Iragorri.

Durante el primer periodo del presidente Juan Manuel Santos, 3 ministros pasaron por la cartera de Agricultura y Desarrollo Rural, lo que según los gremios no permitió consolidar políticas sectoriales. El sector rural confía en lo que pueda hacer Iragorri.

El 7 de agosto de 2010 tras su posesión como primer mandatario de los colombianos Juan Manuel Santos designó como ministro de Agricultura y Desarrollo Rural a Juan Camilo Restrepo, quien estuvo en el cargo hasta el 27 de mayo de 2013.

Al iniciar el año 2013, Restrepo tuvo que afrontar las manifestaciones realizadas por los productores de café de las diferentes regiones del país, quienes no estaban conformes con el precio que recibían por la carga del grano. Adicionalmente, campesinos de otros sectores productivos empezaron a manifestar sus quejas a propósito del alto costo de los insumos, la tasa de cambio y la baja rentabilidad, entre otros temas. (Lea: Tras salida de MinAgricultura hablan líderes gremiales)

En su momento, José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, manifestó que nunca hubo soluciones de fondo ante la problemática que afronta el sector agropecuario y señaló que solo hubo “paños tibios” y nunca una solución de raíz.

“Con una crisis como la que atraviesa el sector rural, no se puede culpar solamente a la tasa de cambio, aquí faltó iniciativa para conjurar las dificultades que atraviesan casi la totalidad de los productos agrícolas y pecuarios, y también faltó un ministro que diera respuestas claras ante 14 millones de colombianos que viven de esta actividad”, argumentó Lafaurie.

Al final, quedó la sensación de que concedió demasiada atención al tema de restitución de tierras, sin que hubiera podido hacer naga significativo al respecto, y de un abandono total con los gremios y campesinos en general, quienes fueron al final los que presionaron para que Santos optara por reemplazarlo.

El paso fugaz de Francisco Estupiñán

Con la salida de Restrepo, el primer reto que debió asumir su sucesor en la cartera, Francisco Estupiñán, fue llegar a un acuerdo con los campesinos, con el fin de evitar el desabastecimiento de alimentos en las principales ciudades colombianas.

El 2 de junio de 2013 se comprometió, entre otras tareas, a restablecer el diálogo con los gremios y encontrar una solución a temas como los altos costos de producción, el desarrollo tecnológico en el campo y establecer posibilidades de financiación para las deudas de los agricultores. (Lea: Paro agrario: es tensa la situación en el sur del país)

Sin embargo, el trabajo no se pudo llevar a cabo. En su administración el país vivió el paro agropecuario más importantes de los últimos tiempos, un paro que originó moviliazciones a lo largo y ancho del país, bloqueo de varias vías, desabastecimiento de alimentos, heridos en varias ciudades y fuertes disturbios ante la negativa inicial del Gobierno de sentarse a negociar.

Estupiñán no pudo encontrarle una salida al problema social del sector rural y en medio de los fragores de las movilizaciones renunció a su cargo el 11 de septiembre de 2013; poco más de 3 meses en el cargo para un hombre que venía de dirigir el Banco Agrario, pero cuya experticia no le valió para encontrarle la vuelta al puesto.

En su momento, Henry Vanegas, gerente general de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas, Fenalce, indicó que desde el gremio ceralista la percepción que se tuvo de Francisco Estupiñán fue pasajera porque no dejaron empezar su gestión dentro de la cartera.

Simplemente Estupiñán se limitó a mantener lo que ya venía de atrás y a defender el proceso que ya traía el anterior ministro. Nosotros consideramos que es un ministro que a través de la presidencia del Banco Agrario conocía ya el sector. Para el caso de los cereales, conocía bastante de los crecimientos que se vienen dando y los apoyos que se han venido implementando”, añadió Vanegas.

Lizarralde, el hombre de las inhabilidades y los 'no subsidios'

El 11 de septiembre de 2013 tomó posesión como nuevo jefe de la cartera de Agricultura y Desarrollo Rural Rubén Darío Lizarralde Montoya, quien logró conjurar los paros y empezó su mandato recorriendo varias partes del país con el objetivo de establecer las condiciones necesarias para lograr mejorar la calidad de vida de los campesinos colombianos.

El Censo Nacional Agropecuario, el Gran Pacto Nacional Agropecuario, el esclarecimiento de los terrenos baldíos, y la reducción de subsidios para los campesinos, fueron las principales tareas desarrolladas dentro de su gestión. Sin embargo, el cambio climático, la disminución en los precios que los productores recibían y los altos costos de producción fueron temas con lo que a pesar de lidiar, no les pudo encontrar nunca una solución permanente.

Uno de sus problemas más grandes fue la inhabilidad que tuvo para involucrarse en temas del sector palmero, lo que le generó controversias especialmente con el senador Jorge Robledo.

Otro de los inconvenientes destacados quetuvo Lizarralde en varias ocasiones se centró en la entrega de subsidios al sector arrocero. A los productores no les resultaba suficiente con el apoyo brindado a programas como el Amtec, liderado por la Federación Nacional de Arroceros, Fedearroz, y el ministro, poco amigo de entregar subsdios, sugirió cambiar de cultivo por otro más rentable, situación que desató la indignación de quienes se dedican al grano. (Lea: “El principio de un buen gobernante es escuchar”: Fedearroz)

“Necesitamos un ministro de Agricultura que se siente y escuche al sector y que no trate de imponer su voluntad así no tenga la razón. El principio de un buen gobernante es escuchar a sus gobernados y no imponer las cosas de una forma como él (Liazarralde) lo ha querido hacer. ¿Por qué se escucha al que hace el paro y no al que es pacífico, que busca hacer las cosas por la vía del derecho? Eso deja mucho qué desear”, aseguró sobre el tema Rafael Hernández Lozano, gerente general de Fedearroz.

Iragorri: pendiente la creación de políticas de Estado

La semana pasada el presidente Santos anunció que Aurelio Iragorri será el nuevo ministro de Agricultura. Viene precedido de su buena gestión en la cartera del Interior y como mediador en los paros agropecuarios que se dieron durante la primera administración.

Iragorri también cuenta con el beneplácito de los diferentes gremios, quienes indicaron que su gran reto será la construcción de una política de Estado, que le garantice el mejoramiento de la calidad de vida a quienes viven en el sector rural.

Se necesita una política de Estado que coordine las acciones de los diferentes Ministerios y busque cómo reducir la brecha entre el campo y la ciudad; cómo aumentar la rentabilidad, porque no se ha concretado la construcción de represas o distritos de riego, es inaudito que tengamos un mal manejo de agua”, puntualizó Rafael Mejía López, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC. (Lea: Gremios reciben con beneplácito a Iragorri, “hombre del diálogo”)

El próximo 7 de agosto, Iragorri comenzará un trabajo muy importante y se espera que logre durar en su cargo el tiempo suficiente para estructurar las reformas que necesita el sector rural, contrario a lo que se vivió en el primer Gobierno en el que hubo 3 ministros distintos y quedó la sensación de que no se avanzó en casi nada.