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Foto: AFP,.

politica

Santos y Maduro se ven en Quito tras un mes de crisis fronteriza

por: - 31 de Diciembre 1969

Tras un mes de distanciamiento diplomático, los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Venezuela, Nicolás Maduro, se reúnen este lunes en Quito para intentar frenar la escalada de tensiones en la frontera a causa de los cierres limítrofes dispuestos por Caracas.

Tras un mes de distanciamiento diplomático, los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Venezuela, Nicolás Maduro, se reúnen este lunes en Quito para intentar frenar la escalada de tensiones en la frontera a causa de los cierres limítrofes dispuestos por Caracas.   Los 2 mandatarios se reencontrarán a partir de las 2 de la tarde en el Palacio de Carandolet -sede presidencial ecuatoriana-, a instancias de los gobiernos de Ecuador y de Uruguay. Los presidentes Rafael Correa y Tabaré Vázquez, quienes ejercen las presidencias pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), dos de los mayores bloques regionales, les acompañarán en la cita.    Los días previos al encuentro estuvieron cargados de acusaciones de un lado y del otro que anticipan una discusión difícil, de la que quizá no salga una solución definitiva a la crisis, dejó entrever Santos. "Viajamos (...) a Ecuador con las mejores intenciones, pero sin grandes expectativas", dijo el mandatario en un mensaje enviado desde su cuenta en la red social Twitter durante la noche del domingo. (Lea: Colombia decepcionada con entes regionales en crisis con Venezuela)   Maduro también prevé un diálogo "muy duro". "Me voy a reunir con el presidente Santos, y uno de los temas que le llevo, que es duro, pero tenemos que ver la cruda realidad: ¿Van a combatir el narcotráfico en Colombia, sí o no?", dijo el líder venezolano.   Con un largo historial de incidentes en su porosa frontera de 2.119 kilómetros, las relaciones entre Colombia y Venezuela entraron hace un mes en una grave espiral de tensiones.   El 19 de agosto, Maduro decretó el estado de excepción en puntos fronterizos y ordenó su cierre tras un ataque a una patrulla venezolana que dejó tres heridos.    El jefe de Estado culpó de la acción a paramilitares colombianos implicados en el narcotráfico y emprendió una cruzada para sanear la frontera del millonario contrabando de mercancías, principalmente de gasolina, y que es estimulado por las diferencias abismales de precios entre países.   Desde entonces han sido deportados 1.532 colombianos y 18 mil han regresado a su país por miedo a ser expulsados, según cifras de la ONU. Bogotá y Caracas se distanciaron aún más con el llamamiento a consultas de sus embajadores. (Lea: Detrás de la crisis)   A raíz del éxodo de muchos de sus ciudadanos, Colombia ha denunciado "un drama humanitario", agravado, según Bogotá, por violaciones a los derechos humanos por parte de autoridades venezolanas.    Acosado por una grave crisis económica de cara a las elecciones legislativas de diciembre, Maduro ha negado las acusaciones y ha ampliado el cierre a otras áreas fronterizas, al tiempo que endureció su discurso contra Bogotá.   La crisis creció en la última semana con las denuncias de Colombia sobre tres incursiones aéreas y una terrestre en su territorio por parte de fuerzas venezolanas.   La llave ecuatoriana   Con esos antecedentes, el encuentro de este lunes bien podría estar lejos de ser definitivo para resolver la tirante situación política y fronteriza.   Las ministras de Exteriores de Colombia y Venezuela ya fracasaron en el intento de acercar posiciones durante las dos reuniones que mantuvieron, la última de ellas en Quito, desde que estalló la crisis.   De ahí que todas las miradas apunten a Ecuador y Uruguay. Los dos gobiernos, en su condición de representantes de la Celac y de la Unasur, podrían tener la clave diplomática en esta coyuntura. (Lea: Maduro propone "pacto de paz" tras críticas de Santos)   Correa aparece como el facilitador más activo en el diálogo entre Colombia y Venezuela. Muy cercano a Maduro, el presidente ecuatoriano mantiene a su vez una relación cordial con su homólogo colombiano. Correa se anotó un primer punto al conseguir que, tanto Santos como Maduro, aceptaran reunirse sin condiciones previas.    "Nuestra gratitud porque, pese a que cada uno tenía sus legítimas aspiraciones, legítimas exigencias (...) el presidente (Juan Manuel) Santos, el presidente (Nicolás) Maduro atendieron sin condiciones y con mucha gentileza la invitación", dijo Correa el sábado.   El presidente ecuatoriano cree que en Quito "se superarán los problemas que han surgido en la frontera colombo-venezolana".