Los precandidatos presidenciales que participaron en el Congreso Nacional Agropecuario presentaron sus apuestas para enfrentar los mayores desafíos del campo. Coincidieron en la necesidad de proteger a la población de la violencia, mejorar la productividad rural y construir carreteras terciarias para apoyar el desarrollo económico.
El Congreso Nacional Agropecuario reunió a los precandidatos presidenciales en un momento en el que el campo exige soluciones urgentes.
La violencia, la falta de crédito oportuno y el abandono de las vías terciarias fueron los temas que se repitieron en cada intervención. Aunque las miradas políticas son distintas, todos coincidieron en que el país necesita una estrategia profunda que permita producir más, perder menos y garantizar que las familias rurales tengan oportunidades reales.
Seguridad: la preocupación que atraviesa a todos
Por ejemplo, Aníbal Gaviria recordó cómo la violencia transformó incluso las regiones con tradición productiva. Desde su experiencia familiar y territorial señaló: “Allí secuestraron a mi madre, asesinaron al administrador que trabajó por 20 años con nosotros y era prácticamente un hermano… Esa es parte de la historia del campo colombiano”. Para él, sin seguridad no hay derechos, oportunidades ni proyectos productivos que puedan sostenerse.
Juan Carlos Pinzón, por su parte, afirmó que el país debe recuperar la capacidad de enfrentar a los grupos armados con decisión estatal. Recalcó: “Hay mucho que han apostado en contra de las fuerzas armadas y le han hecho daño a Colombia”.
Defendió la aspersión aérea y aseguró que es clave para cortar las finanzas de organizaciones criminales que hoy controlan amplias zonas rurales.
También Paloma Valencia subrayó la urgencia de restablecer el orden jurídico en el campo, señalando que la criminalidad golpea directamente a los sectores más productivos.
Aseguró: “Es fundamental que volvamos a los programas de consolidación territorial, donde nuestros paneleros puedan sentir que la fuerza pública está ahí para apoyarlos”.
Crédito y productividad: el reto de financiar el futuro
El acceso al crédito y la necesidad de modernizar la producción rural también ocuparon un lugar central. María Fernanda Cabal insistió en que el país debe reducir la burocracia para que los recursos lleguen al productor.
Según explicó, el sector privado no puede seguir enfrentando un Estado costoso que frena la inversión. Durante su intervención afirmó: “Todo este gasto público ineficaz tiene que ir con un solo sentido: el impulso a la generación de riqueza”.
David Luna enfatizó que la productividad depende de la tecnificación y de un modelo financiero que responda a las realidades del campo. Indicó que existe una enorme brecha entre el trabajador rural colombiano y otros países de la región y afirmó: “Tenemos la necesidad de crear un fondo nacional de productividad rural… lo que me piden en los territorios no es subsidio, es poder entender”.
Desde otra visión, Rubén Darío Lizarralde recordó que la falta de seguridad jurídica sobre la tierra frena el acceso a crédito y la inversión. Expresó: “Si en este país no ha habido un desarrollo agroindustrial y pecuario es por la politización de la tierra”. Para él, desmontar figuras que bloquean la propiedad es clave para atraer capital.
Vías terciarias: el llamado a conectarlo todo
La infraestructura fue otro de los puntos donde hubo consenso. Juan Manuel Galán defendió un modelo que active la capacidad de los batallones de ingenieros militares para avanzar con rapidez en la construcción de vías terciarias. Pero hizo énfasis en algo más amplio: la necesidad de proteger el derecho a la alimentación ante bloqueos que paralizan el país. Fue claro al decir: “Los bloqueos no pueden afectar derechos fundamentales como el de la nutrición que tienen los colombianos”.
Juan Daniel Oviedo complementó esta visión al señalar que sin vías no habrá productividad formal ni encadenamientos agroindustriales que permitan crecer. Argumentó que el país debe ver el campo como motor económico y no como una carga. Como lo expresó: “El campo no es la carga, es el motor de empleo, la energía y la innovación”.
También Paola Holguín advirtió que la mala infraestructura genera pérdidas millonarias y aumenta la desigualdad. Recordó que Colombia lleva décadas sin resolver sus cuellos de botella logísticos y afirmó: “Colombia pierde entre el 30 % y 40 % de producción agrícola por temas de vías”.
Las intervenciones mostraron que el campo se ha convertido en un punto de quiebre para la próxima contienda presidencial. Si algo dejó claro el Congreso Nacional Agropecuario es que el país no puede seguir postergando estas discusiones.
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