Autoridades hacen un llamado urgente al sector ganadero y logístico frente a las alteraciones del orden público que podrían presentarse tras lo recientemente decretado por el grupo ilegal. El general (r) Fernando Murillo planteó algunas recomendaciones operativas que pueden salvar vidas y evitar interrupciones costosas en la cadena de suministro de productos agropecuarios.
La reciente declaración de paro armado por parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha encendido las alarmas en zonas rurales y corredores logísticos del país, afectando de manera directa al transporte de insumos y productos ganaderos. (Lea en CONtexto ganadero: Nuevo paro armado del ELN amenaza la tranquilidad del país en fin de año)
El general (r) Fernando Murillo, líder de los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz, emitió un conjunto de directrices urgentes orientadas a proteger al personal, la mercancía y la operación logística en territorios con presencia confirmada de actores armados.
La situación, que ha comenzado a golpear la economía regional, obliga a una revisión profunda de las rutas y protocolos de seguridad que usan los transportadores y productores del campo.
Las recomendaciones del general Murillo buscan anticiparse a escenarios peligrosos, con el fin de proteger vidas humanas y garantizar la continuidad de las operaciones, clave para evitar rupturas en la cadena de abastecimiento que podrían encarecer el costo de alimentos y afectar mercados locales y nacionales.
Impacto inmediato
La ganadería, como actividad que depende de un flujo constante de insumos (alimentos, medicinas, piezas de maquinaria) y de la salida oportuna de productos hacia mercados urbanos e internacionales, se encuentra entre los sectores más vulnerables ante bloqueos y amenazas en las carreteras.
El paro armado ha generado ya reportes de transportadores que evitan circular por la noche, mientras otras empresas enfrentan la reprogramación de entregas cruciales.
El general Murillo instó a suspender o replantear temporalmente los despachos y recorridos de transporte en las zonas con presencia del ELN, una medida que, aunque disruptiva, busca evitar tragedias humanas y pérdidas económicas significativas.
La decisión prioriza la vida y la seguridad frente a la presión por mantener la operación en un estado de riesgo abierto.
Frente a este escenario de inseguridad, las recomendaciones del líder de los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz incluyen evitar la circulación nocturna y los desplazamientos en horas de baja visibilidad o con limitada presencia institucional.
Para el sector ganadero, que con frecuencia opera en rutas rurales con poca vigilancia, esta sugerencia es un llamado de atención sobre la necesidad de replantear horarios de operación y fortalecer comunicaciones.
Murillo también resaltó la necesidad de priorizar rutas alternas seguras, previamente validadas con autoridades locales, empresas de seguridad y centros de monitoreo.
Lo anterior exige una coordinación estrecha entre los ganaderos, transportistas, gremios del transporte y las autoridades, con el propósito de crear mapas actualizados de riesgo y planear trayectos que reduzcan la exposición a zonas de conflicto.
Además, la comunicación permanente entre conductores, coordinadores logísticos y centros de control, con canales oficiales y sistemas de geolocalización, es crucial para una respuesta oportuna ante cualquier emergencia.
El uso de tecnología de rastreo y comunicación se convierte en una herramienta vital en momentos donde la cobertura institucional puede verse debilitada.
Otra directriz dada por el general Murillo es la prohibición del tránsito de vehículos sin escolta en corredores de alto riesgo, incluso en situaciones que podrían considerarse necesarias.
Este lineamiento, aunque restrictivo para la operación logística, pretende disminuir la probabilidad de enfrentamientos o emboscadas que pongan en peligro vidas humanas y cargas valiosas.
La socialización oportuna de alertas tempranas y comunicados oficiales emitidos por la Fuerza Pública, autoridades territoriales y organismos de seguridad, es otra pieza clave del enfoque preventivo.
Estar al tanto de cambios en el orden público permite ajustar estrategias de operación antes de que los riesgos se materialicen. (Lea en CONtexto ganadero: ¿La inseguridad pone en riesgo la inversión en ganadería?)
El general Murillo también sugirió la implementación de planes de contingencia logística, que incluyen almacenamiento temporal de productos, redistribución de cargas y ajuste de cronogramas. Para la ganadería, esto puede implicar replantear calendarios de venta y distribución de producto en consonancia con las condiciones del entorno, evitando desabastecimientos o congestiones innecesarias.
La recomendación de brindar instrucciones claras a los conductores, subrayando la autoprotección, la discreción y la no confrontación, refuerza la prioridad de preservar la vida por encima de la mercancía.
Finalmente, Murillo recomendó evaluar diariamente el contexto de seguridad y ajustar la operación de transporte conforme al nivel de riesgo identificado, lo que exige una cultura organizacional adaptativa y consciente del ambiente de seguridad en cada región.



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