Caso de res que muere tras vacunación en La Guajira causa controversia

A las denuncias en Córdoba, Boyacá y Valle del Cauca por presuntos malos manejos durante la campaña contra fiebre aftosa, se suma el reclamo de un ganadero de la Guajira que aseguró que su vaca no solamente abortó sino que falleció por cuenta de una mala aplicación del biológico.   La denuncia fue reportada por uno de los trabajadores de la hacienda San Lucas, ubicada en el municipio de Maicao. Se trata de una ganadería que trabaja con ejemplares de alto valor genético.   El pasado 30 de octubre, el vacunador se desplazó al predio para realizar la inoculación de todos los bovinos. Tan pronto terminó el proceso, los operarios notaron que varias vacas presentaron hinchazón. (Lea: Ganaderos denuncian que sus vacas abortaron después de la vacunación)   “En algunos casos, la hinchazón se sostuvo por más tiempo que en otros, pero hubo una en especial en que una vaca se le creció mucho. Yo creo que el vacunador hizo una mala aplicación porque no tenía un sitio constante para aplicar la vacuna”, afirmó uno de los representantes de la hacienda San Lucas.   En efecto, al animal, una hembra Guzerá pura con registro avaluada en $6 millones, le surgió un brote en el cuello que se resistía a ceder.   El propietario de la hacienda llamó a un médico veterinario, quien le recomendó notificar a la organización ganadera ejecutora del ciclo, OEGA, a la Cuenta Nacional de Carne y Leche, CNCL, o al Instituto Colombiano Agropecuario, ICA.   Sin embargo, su vaca, que estaba preñada, desafortunadamente abortó, y 48 horas exactas después, según dijo el trabajador, la res falleció. (Lea: Quejas por vacunadores sin experiencia que adelantan ciclo en Córdoba)   Cuando el propietario interpuso la queja ante la OEGA, el Comité de Ganaderos Capítulo Maicao, este lo remitió a la CNCL y al ICA. Las entidades enviaron a los funcionarios a atender el problema, pero ya era demasiado tarde, pues el animal ya había sido enterrado.   “A la vaca le hicimos prácticamente la necropsia, presentó como si el bulto que tenía en el cuello se hubiera reventado por dentro”, señaló el trabajador de la finca.   Curiosamente, el dueño de la ganadería se encontró con el vacunador cuando iba hacia el predio el día que le informaron que la res había abortado. Sin embargo, este contó que el operario del ciclo le restó importancia al hecho y “se defendió diciendo que la vacuna no causaba ese tipo de daños”.   De acuerdo con el representante de la hacienda, el malestar del propietario se debe a que este caso nunca se había presentado en 7 años que lleva participando en los ciclos de vacunación contra fiebre aftosa y brucelosis que se realizan 2 veces al año.   De hecho, comentó que el vacunador que se desplazó a su predio fue asignado hace 2 años, justo cuando el Gobierno le quitó la operación del ciclo a la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán.     Respuesta del comité   CONtexto ganadero consultó a un funcionario del comité de Maicao para conocer qué había ocurrido en este caso y por qué la demora para atender las inflamaciones. (Lea: Graves denuncias del antiguo programador de ciclo en Valle del Cauca)   “Para mí, fue negligencia del ganadero. Uno debe ser consciente que un proceso de vacunación en animales es un trabajo ‘sucio’. Yo le expliqué que durante el ciclo, se debe lavar bien al bovino, mantener instalaciones limpias, en un ambiente lo más aséptico posible”, precisó.   En efecto, por tratarse de un producto biológico, se deben tomar medidas preventivas con el fin de evitar alguna reacción alérgica adversa. En muchos casos, se presentan inflamaciones en el cuello, y en la peor eventualidad, una reacción anafiláctica o un absceso que debe tratarse de inmediato.   Ante el reclamo según el cual el vacunador no estaba bien capacitado o había aplicado mal el biológico, el funcionario argumentó que la CNCL y el comité los instruyen con suficiencia antes de iniciar el ciclo.   Además, manifestó que el operario que colocó el biológico tiene amplia experiencia en la ejecución del ciclo. En cuanto a la demora en atender el caso, expresó que debió haberse notificado con tiempo para proceder de forma adecuada.   De un lado, mientras que quedan dudas sobre la actuación de las personas involucradas, lo cierto es que el propietario perdió varios millones con la muerte de su vaca y la cría y, de otro lado, este caso se suma a las numerosas denuncias que se han presentado en otras regiones del país por problemas similares.