La capital del Atlántico reafirma su compromiso con la conservación ambiental al destacar la riqueza natural de este ecoparque. El espacio se ha consolidado como escenario permanente para exaltar la biodiversidad local, ofreciendo espacios protegidos que permiten el avistamiento de especies silvestres.
La Ciénaga de Mallorquín, ubicada en el extremo norte de Barranquilla, abarca aproximadamente 745 hectáreas de humedal estuarino, con manglar extendido en unas 298 ha, y una profundidad promedio de 1 m.
Este ecosistema Ramsar alberga una impresionante riqueza biológica: más de 153 especies de aves, 9 de anfibios, 7 de reptiles, además de peces, mamíferos y crustáceos. y gracias, precisamente, a su restauración y desarrollo como ecoparque, esta ciénaga se ha consolidado como un espacio vital para la fauna local y visitado por cientos de amantes de la naturaleza.
Apuesta verde
El pasado 24 de mayo, el alcalde Alejandro Char entregó a la ciudad la segunda etapa del Ecoparque, el “Sendero Estuario” de 2.5 km, que permite recorrer el ecosistema en contacto directo con la naturaleza.
“Entregamos la segunda etapa del Ecoparque Ciénaga de Mallorquín: nuestra joya natural. Ahora los barranquilleros pueden recorrer un nuevo sendero de más de 2.5 kilómetros para disfrutar de las maravillas que nos regala nuestra biodiversidad”, declaró.
Y es que, desde enero de 2020, Barranquilla emprendió el proyecto del Ecoparque Ciénaga de Mallorquín, dotándolo de infraestructura ecológica como senderos palafíticos —senderos construidos sobre el agua—, miradores, áreas para deportes no motorizados y zonas de educación ambiental.
Rechazamos contundentemente este grave caso de contaminación ambiental cerca al Ecoparque Ciénaga de Mallorquín.
— Alejandro Char (@AlejandroChar) June 19, 2025
Durante una visita al parque, sentimos fuertes olores y de inmediato activamos un plan para investigar qué estaba ocurriendo. Nos llena de indignación e impotencia… pic.twitter.com/9fD0WXKW7d
Conservación con vigilancia
Sin embargo, el progreso ambiental no está exento de retos. En junio de 2025, el alcalde de la ciudad denunció públicamente un caso de contaminación cerca del Ecoparque.
“Rechazamos contundentemente este grave caso de contaminación ambiental cerca al Ecoparque Ciénaga de Mallorquín. Durante una visita al parque, sentimos fuertes olores y de inmediato activamos un plan… Nos llena de indignación e impotencia descubrir que una zona vecina estaba siendo contaminada con lodo putrefacto, escombros y basuras”, afirmó.
Un episodio que fue respondido con una rápida intervención por parte de las autoridades locales, con sobrevuelo de drones, limpieza del sitio y captura de responsables.
Para tener en cuenta: Su condición de humedal Ramsar, combinado con la infraestructura del ecoparque y el ecosistema restaurado, lo han posicionado como un verdadero pulmón verde urbano y destino para el ecoturismo local.
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