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Foto: www.ecoosfera.com.

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Cifras oficiales sobre deforestación en el país son dudosas

por: - 31 de Diciembre 1969

Así lo asegura el Grupo de Investigación en Biodiversidad y Conservación de la U.N., al evaluar el anuncio del Gobierno nacional sobre la disminución de la tasa de deforestación en por lo menos 200 mil hectáreas (ha) durante 2013.

Así lo asegura el Grupo de Investigación en Biodiversidad y Conservación de la U.N., al evaluar el anuncio del Gobierno nacional sobre la disminución de la tasa de deforestación en por lo menos 200 mil hectáreas (ha) durante 2013.

Para los profesores Orlando Rangel y Henry Arellano, de la Universidad Nacional de Colombia, las cifras presentadas por parte de los funcionarios del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible sobre la tasa de deforestación en Colombia, entre enero y diciembre del año anterior, de 120.933 (ha), no es exacta. Según ellos, los datos reales sobrepasarían las 400 mil (ha). (Lea: Tala de árboles, una cifra sobre la que no hay claridad en el país)

Aun así, el Gobierno afirma que la pérdida de la superficie cubierta por diferentes tipos de vegetación (selvas, bosques, matorrales, pajonales y frailejones) cambió drásticamente la tendencia, pues presentó una disminución de cerca del 60 %, respecto al último dato de 310 mil 349 (ha), en el 2012.

Según los expertos de la U.N., las estimaciones sobre pérdida de bosques primarios en Colombia, a través de toda su historia, arroja la cifra de 354.605 km2, es decir, un 31 % de la superficie boscosa original ya se perdió para siempre. Los cálculos de velocidades para el país muestran, por ejemplo, que entre 1940 y 1995 la tasa fue de 545.455 ha/año; entre 1960 y 2000, de 500.000; y entre 1970 y 2000, de 400 mil ha/año. 

En áreas del Magdalena Medio (localidades de Bolívar, Cesar, Santander, Boyacá, Cundinamarca), el estimativo anual de pérdida de bosque es de 81 mil ha. Para áreas del Caquetá, en la región amazónica, fluctúa entre 25 mil y 40 mil ha/año. (Lea: El açaí surge como alternativa a la deforestación en la Amazonía)

Por otro lado, la tasa de deforestación de los territorios cobijados por la reserva forestal creada por Ley 2 de 1959, hasta el 2006, era de 40 mil ha/año y el proceso de deslinde territorial continúa. Para la zona sur del departamento de Córdoba, entre 1987 y el 2010, la tasa anual fue de 10 mil 150 ha/año (en 23 años se perdieron 169 mil 425 ha de bosques naturales). En localidades de los departamentos del Cesar, Bolívar y Sucre, hay frentes de deforestación significativos, relacionados con cultivos de palma aceitera y minería.

Otra fuerte tensión sobre la permanencia del bosque nativo en Colombia es el consumo de madera, cuyo estimativo es de 4 millones de m3/año, de los cuales el 80 % proviene de bosques naturales, ya que la producción de las compañías reforestadoras apenas alcanza a cubrir entre el 15 % y el 20 % de las necesidades de madera. 

Para los investigadores, en todas las regiones naturales, a excepción de la Andina o cordillerana, aún permanece más del 50 % de la superficie cubierta con vegetación natural. “Un valor ponderado por región nos aproximaría a 60 mil ha de bosque natural, las cuales desaparecen para incorporar sus territorios a la cadena agropecuaria o por explotación de sus recursos minero-energéticos. Con esto se tendrían 300 mil ha de bosque nativo que se pierden cada año”, sostienen. (Lea: Revelan los 10 departamentos con los mayores conflictos de suelos)

El consumo de madera sigue representando la pérdida de 128 mil ha de bosque nativo, a lo cual se añaden cerca de 30 mil (ha) que se destruyen para dedicarlas a cultivos ilícitos.

Estas acciones significarían 458 mil ha anuales que se pierden. Para los profesores, los programas de reforestación es prácticamente insignificante (hasta el 2004 no sobrepasaba las 100 mil ha), nuestra tasa de deforestación seguirá al mismo ritmo, con lo cual agotaríamos nuestro capital natural (bosques, biodiversidad) en 144 años. 

Finalmente, los docentes argumentan que es fundamental contar con las condiciones del tiempo cero o punto de inicio para las estadísticas sobre área cubierta por los bosques y diferentes tipos de vegetación. Esto se logra, no con anuncios de prensa, sino con un inventario forestal bien planteado y con la participación de los expertos conocedores de las temáticas y del territorio, que conduzcan a la elaboración de un mapa de la vegetación actual en Colombia”, observan. (Lea: 2015, la hora de la verdad para la lucha contra el cambio climático

Sobre esta base, consideran que con cifras estadísticas reales y con mapas temáticos, se pueden aplicar tecnologías modernas (imágenes satelitales) que permitan controlar de manera confiable cualquier proceso que repercuta en los cambios de la cobertura vegetal (deforestación) y no limitarse a las que calificaron de “dudosas cifras oficiales” como las que se presentaron en octubre pasado.