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Foto: www.ososwiki.com.

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Confirman que donde hay ganado no hay presencia del oso de anteojos

por: - 31 de Diciembre 1969

El proyecto Conservamos la Vida, una alianza público-privada, en pro de la conservación del Oso Andino, finalizó su etapa de diagnóstico y reveló los resultados.

El proyecto Conservamos la Vida, una alianza público-privada, en pro de la conservación del Oso Andino, finalizó su etapa de diagnóstico y reveló los resultados.   Las zonas de los Parques Nacionales Naturales de Tatamá, Farallones de Cali y Munchique, ubicadas en la cordillera occidental, a pesar de ser ecosistemas intervenidos, conservan toda la potencialidad para convertirse en un corredor para la vida, la preservación del Oso Andino y las otras especies que junto con él, comparten el entorno.   De un total de 11 mil 806 km2 que representan el paisaje de interés, se evaluó la presencia de oso andino y su estado de conservación en los 4.117 km2 más intervenidos, un área equivalente al departamento de Risaralda. (Lea: Ganaderos de Cauca y Nariño invitan a proteger al oso de anteojos)   La especie se encontró en 74 % de los 4.117 km2 estudiados, lo que indica un buen estado de las poblaciones en el corredor. Sin embargo, se evidenciaron presiones por: ganado bovino en un 25 % del área, tala selectiva en el 21 %, cultivos principalmente de maíz en un 19 %, incendios en un 9 % y minería en un 8 %.   Se halló que de los predios diagnosticados, la mayoría (81%) desarrollan una actividad con potencial conflicto con la presencia del Oso Andino. Sin embargo, solo 9 % de estos requieren algún tipo de mejoras en el manejo de las prácticas productivas para disminuir el impacto a las poblaciones de oso.   Una gran proporción (44 %) de los dueños o encargados de los predios expresaron estar dispuestos a cambiar, si la rentabilidad de la nueva actividad productiva es igual a la que obtienen con la labor a la que se dedican en la actualidad.   Por otro lado, contrario a lo que se piensa, se descubrió que donde hay ganado por lo general no hay presencia del Oso Andino, debido a que normalmente huye cuando su hábitat se ve invadido por actividades humanas, algo similar se encontro con la minería.   Con relación al habitat se evidenció una marcada dependencia del oso a las áreas con coberturas de bosque. (Lea: Reportan ataques de oso de anteojos a bovinos en Boyacá)   Al evaluar especificamente el conflicto entre osos y actividades humanas, se encontro reporte de daños en unas pocas localidades al Parque Natural Nacional Munchique. Se determino que el conflicto que se presenta es por la baja tolerancia y escaso conocimiento sobre la especie, su importancia y su función ecológica. En el resto de las propiedades, actualmente, no se encuentran perjuicios relacionados directamente con la presencia del Oso Andino.   Con el cierre de la etapa de diagnóstico del proyecto se da paso a las etapas de concertación con las comunidades y a la implementación de buenas prácticas productivas y restauración ecológica de las áreas degradadas, para así disminuir el conflicto oso- gente.   El proyecto Conservamos La Vida es una alianza público-privada, en pro de la conservación del Oso Andino, conformada por la Fundación de Grupo Argos, Parques Nacionales Naturales de Colombia, Wildlife Conservation Society, la Corporación Autónoma del Valle del Cauca, Argos, Celsia, la Fundación Smurfit y la Fundación Mario Santo Domingo.